Ariadna Vázquez es una emprendedora primeriza. Abrió hace ocho meses su primer negocio, una tienda de vapeo en el barrio de A Piringalla, en la capital lucense.
Esta empresaria asegura que Mi Vaper Store es el único establecimiento específico de cigarrillos electrónicos que funciona en la provincia de Lugo. Sí hay algún estanco que vende este tipo de producto.
Tras la entrada en vigor en 2011 de la reforma de la ley antitabaco, se registró una eclosión de estos locales. En la capital lucense llegó a funcionar alrededor de media docena. Sus promotores vieron entonces la que podía ser una oportunidad de negocio, pero se acabó diluyendo como una moda pasajera más.
Ariadna Vázquez afirma que uno de los hándicaps a los que se enfrentaron entonces esos empresarios fue "el desconocimiento de la sociedad" sobre las ventajas y desventajas de este consumo, debido a que "aún no estaba ni la mitad de contrastado el producto", y a que además no estaba regulado.
Es tremendo el aumento del vapeo y de fumadores que dejan el consumo de tabaco por el vapeo
Esta lucense se decantó por este tipo de negocio por su propia experiencia personal. "Yo vapeo desde hace tiempo y antes tenía que comprar a través de intenet. Me animó a dar el paso saber que hay demanda, pero que no había oferta", explica.
"Es tremendo el aumento del vapeo y de fumadores que dejan el tabaco por el vapeo", aprecia Ariadna Vázquez.
Según la encuesta Edades, hecha pública recientemente por el Ministerio de Sanidad, el 8,8% de la población consultada, de entre 15 y 64 años de edad, ha consumido cigarrillos electrónicos, con o sin nicotina, alguna vez en su vida.
Esta emprendedora asegura que, aunque no es totalmente inocuo, el cigarrillo electrónico es "un método efectivo para dejar el hábito del tabaco", como apunta que ha comprobado en su "propia piel". Dice que actualmente ya vapea "sin nicotina".
REGULADO. Su consumo ya está reglamentado. No es tan restrictivo como el del tabaco. Así se puede en establecimientos de hostelería, si el propietario no lo prohibe, o en centros comerciales, por ejemplo, según indica esta empresaria lucense, que dice que en Madrid hay al menos una gran superficie que dispone de un local para vapear.
Además, están fijadas limitaciones en cuanto a las cantidades de nicotina que deben contener los líquidos de los cigarrillos electrónicos y los depósitos de los aparatos.
Ariadna Vázquez destaca que en España su regulación es "reciente", pero que en otros países, como por ejemplo el Reino Unido, es "un método incentivado por la administración" para deshabituarse al tabaco.
