Archivada la denuncia de una hija contra su padre por supuestas palizas

El juzgado cree que la chica lo denunció por motivos "espurios" ante su mala reacción. La chica realizó las acusaciones después de irse de casa tras haber falsificado las notas

El juzgado de Instrucción 3 ha decidido archivar las denuncias de una joven de 18 años contra su padre, al que acusaba de haberla sometido a malos tratos durante toda su vida a base de palizas, tanto a ella como a sus dos hermanos. Tras escuchar los testimonios de los tres hijos y del propio acusado, el juez Sergio Orduña considera que no hay prueba alguna de maltrato y cree que las denuncias se deben a motivos "espurios habida cuenta de la mala relación existente con el padre".

Según apuntan las declaraciones, esa mala relación con la chica y con uno de sus hermanos comenzó a causa de las constantes malas notas de estos, que incluso llegaron a falsificarlas. El rendimiento académico era tan malo que el hombre incluso decidió matricular a su hija en el instituto en Becerreá, aprovechando que tenía allí una casa, para alejarla de "las malas compañías". Le sirvió de poco, porque la chica siguió suspendiendo la mayoría de las asignaturas. Volvió a falsificar las notas para que su padre no se enterara, pero ante la desconfianza de este decidió marcharse a vivir con su madre.

Unos meses después, presentó la denuncia contra su padre, en la que relataba además malos tratos a su madre y a sus dos hermanos, con brutales palizas agravadas, según su declaración, por el alcoholismo del hombre. Este tenía la custodia de los tres desde que hace 12 años su esposa decidió divorciarse y abandonar a la familia. De hecho, incluso llegó a ser condenada a prisión porque no pagó la manutención de los niños.

La versión de la chica fue apoyada por su hermano, que también se había ido de casa a los 20 años a causa de las discusiones con el padre por las malas notas. Sin embargo, la hermana mayor, que sigue estudiando, negó la existencia de cualquier tipo de maltrato familiar por parte de su padre. Además, el hombre demostró que tampoco es alcohólico, entre otras cosas porque es diabético y no puede beber nada.

El juez también valora que en sus acusaciones sobre malos tratos ninguno de los dos hermanos pudieron narrar episodios concretos o dar fechas, ni existen partes médicos ni testimonios ajenos, salvo el de su hermana, que niega la versión dada por estos, por lo que decide el archivo del caso.