Árboles a la deriva desplazaron una piedra de un pilar del puente romano

El tajamar dañado es el del tercer pilar del lado de San Lázaro y los ingenieros dicen que no afecta a la estabilidad del viaducto
Troncos en los pilares del puente romano
photo_camera Troncos en los pilares del puente romano

Los árboles que arrastraron las riadas de este invierno acabaron por desplazar una piedra del tercer pilar del puente romano por el lado de San Lázaro. Es una piedra del tajamar -la parte del pilar en forma de triángulo que sirve para aliviar la resistencia a la corriente que ofrece el viaducto y a la vez facilita la circulación de la madera muerta-, por lo que no afecta a la estabilidad de la construcción, según indicó el departamento municipal de ingeniería.

El problema fue detectado hace más de un mes, pero el viernes el servicio de Protección Civil comprobó que la piedra se había movido más y el lunes acudió de nuevo al lugar acompañado de personal de ingeniería y con los bomberos para comprobar si era posible acceder a ese punto del pilar con la escalera nueva, que se despliega unos 40 metros. No lo consiguieron porque los pivotes fijos que hay a la entrada del viaducto impedieron el paso al camión.

Solución Los servicios municipales creen que, a priori, presenta más dificultad el acceso al pilar que la recolocación de la piedra

Causa La presencia de madera muerta en el río es un problema y se debe en parte a la falta de limpieza de los cauces

El equipo de gobierno explicó que los distintos departamentos municipales estudian la manera de acceder al pilar. Una opción es retirar los bolardos, y aprovechar para colocar otros móviles, pero otra posibilidad podría ser emplear un camión con una cesta.

La recolocación de la piedra no presenta, en principio, mucha dificultad, pero no conviene demorar la operación ante el riesgo de que se desplace más y acabe cayendo al cauce, lo que acabaría dando más trabajo.

El agravamiento del desplazamiento se observó la semana pasada precisamente cuando la empresa Tragsa, que trabaja para la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), retiraba con apoyo de Protección Civil ramas y troncos que estaban encajonadas entre los arcos del puente.

La CHMS suele pedir ayuda al servicio municipal para hacer esa labor, que generalmente se lleva a cabo varias veces durante el invierno, aunque no siempre con la celeridad que gustaría a los ciudadanos y a los piragüistas. Hace ahora un año, después de varios avisos infructuosos, fueron los deportistas quienes acabaron retirando los troncos para poder llevar a cabo una competición en el río.

El problema de la madera muerta se debe en parte a la falta de limpieza de los ríos. La mayor parte del año, la CHMS solo dispone de once operarios para labores de vigilancia, conservación y limpieza de los 7.300 kilómetros de ríos que están bajo su responsabilidad en la provincia de Lugo. Puntualmente recurre a empresas para complementar el trabajo.

Un problema similar al del puente de Lugo se dio el año pasado en el medieval del río Cabe en Monforte, cuando al retirar troncos se golpeó accidentalmente una piedra del sillar. Para recolocarla hubo que emplear una grúa y mover otras piedra, con la supervisión de Patrimonio.