Apropiarse de un perro de raza dóberman y usarlo para la monta le ha costado a un lucense una condena de un año de prisión. El hombre -que no se presentó al juicio- fue condenado también a indemnizar al dueño del animal en la cantidad de 1.800 euros.
Según explicó en la vista oral el denunciante, que tiene un criadero de perros, el acusado se presentó un día en sus instalaciones, a finales de 2013, y le dijo que quería aprender a criar canes. "Yo le dije que no tenía problema en irle enseñando poco a poco y empezó a venir de vez en cuando, pero nunca trabajó conmigo ni estuvo contratado. En una ocasión, el chico se ofreció a llevarse a su casa un cachorro para socializarlo y después devolvérmelo. De hecho, firmamos un documento en el que reconocía que se llevaba el animal en acogida, de forma temporal. Sin embargo, nunca me lo devolvió", dijo.
El ministerio público solicitó para el acusado una condena de 18 meses de cárcel y pidió que indemnizara al dueño del perro en 1.800 euros
El afectado explicó que, posteriormente, reconoció al dóberman en una web de internet. "Puso un anuncio en el que ofrecía el perro para monta y tengo claro que lo usó como semental, ya que varios propietarios de hembras me confirmaron que habían contratado el servicio. Él mismo reconoció en fase de instrucción que habían nacido tres cachorros. Se llevó el perro para lucrarse, ya que era de máxima calidad y se cotizan mucho. Yo mismo pagué hace poco 2.000 euros por un cachorro", explicó.
Tras escuchar los alegatos de las partes, el ministerio público solicitó para el acusado, con iniciales J.R.V.V., una condena de 18 meses de cárcel y pidió que indemnizara al dueño del perro en 1.800 euros, que es la cantidad en la que fue valorado el animal.
El letrado de la acusación particular solicitó una cuantía mayor, "ya que el propio acusado reconoció que el dóberman había logrado al menos tres cachorros, que superarían los 5.000 euros", dijo. El abogado de la defensa, por el contrario, solicitó la libre absolución de su cliente, al considerar que el dueño del perro se lo entregó de forma voluntaria para que se lo quedara. Tras conocer la condena, dictada por el juzgado de lo Penal número 1 de Lugo, el letrado defensor presentó un recurso de apelación ante la Audiencia, que confirmó el fallo.
