La apertura de la Plaza sube la tensión del bipartito tras otro golpe de mano de Méndez

La alcaldesa acudió dos horas antes que Arroxo al estreno del sótano, obra proyectada por el PSOE y realizada por el BNG ► Los socios saben que la ruptura dejaría al Bloque sin poder y visibilidad y al PSOE con más presencia e inestabilidad
A la izquierda, la visita a la Plaza de los socialistas, a la derecha la de los nacionalsitas. EP / SEBAS SENANDE
photo_camera A la izquierda, la visita a la Plaza de los socialistas, a la derecha la de los nacionalsitas. EP / SEBAS SENANDE

La apertura del sótano de la Plaza de Abastos tras la reforma a la que fue sometido, una obra que empezó a gestarse con el socialista José López Orozco y ejecutó ahora el BNG dentro de sus competencias de gobierno, provocó un nuevo desencuentro entre los socios del bipartito que gobierna el Ayuntamiento de Lugo. Sabedora de que los nacionalistas iban a visitar el lugar este viernes a media mañana, la regidora, Lara Méndez, se adelantó y acudió dos horas antes "para saudar e interesarse pola situación dos comerciantes".

El desencuentro que se produjo este viernes, y que el equipo de Méndez negó en tales términos, es una repetición de otros sucedidos en los últimos meses, como la presentación del remate de la peatonalización de Quiroga Ballesteros, en la que sucedió algo parecido.

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El equipo de Méndez viene defendiendo que, como responsable última de todo lo que acontece en el Concello, la alcaldesa debe estar presente en todas las inauguraciones de obras que se ejecuten en la ciudad. Las competencias que tienen los concejales, sean del partido que sean, son delegadas y, en este caso, además, se trata de un proyecto que lleva el sello socialista, por lo que aprecia una doble falta de lealtad del socio. La misma que ve este a la inversa. Los nacionalistas observan que, de un tiempo a esta parte, los socialistas se está saltando la fidelidad y el respeto que había al reparto pactado de áreas de gobierno.

De momento, ambas partes mantienen las formas, conscientes de que la coalición está en el punto de mira de ciudadanos y de adversarios políticos, sobre todo a raíz de que la alcaldesa asumiera la organización del ferial de San Froilán después de que el socio renunciara a hacerlo aduciendo razones sanitarias. La decisión fue vista como un golpe en la mesa de Méndez, que, no obstante, avisó de sus intenciones al socio, como reconoce este.

Respecto a lo sucedido este viernes, el equipo de Méndez lo enmarca en "pequeños problemas de coordinación que se solucionan en el día a día", aunque a la vez deja claro que la alcaldesa va a estar siempre donde considere que debe estar, "sin pedirle permiso a nadie". Así lo hizo este viernes, cuando aprovechó el camino al Concello a primera hora para visitar a los vendedores de la Plaza, según explicó. La decisión le supuso tener que oír las quejas de algunos de ellos por el hecho de que no se hubieran asignado los puestos hasta este viernes mismo y eso les hiciera perder tiempo y ventas. "Os comerciantes falaron dalgunhas deficiencias na organización deste primerio día da asignación de postos", señaló el equipo de Méndez posteriormente en una nota de prensa, una más que evidente pulla al socio.

Oficialmente, el área nacionalista también restó importancia a esa "descoordinación", que cree que incluso juega a favor de los ciudadanos. "Está ben que todos nos preocupemos e nos interesemos polos cidadáns e os seus problemas", señalan, convencidos de que su "acción" provoca la de la otra parte del gobierno "tras anos de parálise". En otros círculos, la explicación que se maneja es que alguna encuesta reciente situaría al primer teniente de alcaldesa, Rubén Arroxo, por delante de esta en votos en las elecciones.

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Los últimos acontecimientos han acentuado la percepción de que el bipartito está en horas bajas y de que podría romper más pronto que tarde. Al asunto del San Froilán y la Plaza hay que sumar la presentación por parte del área nacionalista de sus propuestas para los fondos europeos de Next Generation, para luego retirarlos, cuando la alcaldesa les informó de que esa es una competencia suya. Además, esta semana el BNG lanzó ya sus propuestas, sin mucha concreción, para el presupuesto municipal de 2022. Los socios todavía no han abordado conjuntamente las inversiones del Concello para el próximo año, pero los nacionalistas disponen del 40% del presupuesto, según el acuerdo de gobierno.

Hay quien ve las "afrentas" de la alcaldesa como un intento de forzar que el socio se marche y en algunos ámbitos sorprende la docilidad de los nacionalistas -estos aseguran que el partido les respalda en su estrategia-, que alimenta la teoría de que estarían preparando la forma de devolvérselas. Sin embargo, en este momento parece difícil que se vaya a producir una ruptura de la coalición. No beneficiaría a la ciudad y probablemente tampoco a los miembros del gobierno. El BNG perdería poder y visibilidad y el PSOE ganaría presencia, pero también problemas y dificultades para gestionar.

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