La apertura del Laboratorio de Sanidad Vegetal provoca iras en otras regiones

Los valencianos de Compromís arremetieron en el Senado contra el centro de investigación al ver amenazados los empleos ligados allí y en Madrid al control alimentario e intentan cuestionar la capacidad de Lugo para ese trabajo
Edificio en Sanfiz del laboratorio.
photo_camera Edificio en Sanfiz del laboratorio.

La puesta en servicio del Laboratorio Nacional de Sanidad Vegetal, que el Ministerio de Agricultura decidió asentar en Lugo en sustitución del desaparecido Cetal, está despertando iras en otras regiones, que consideran que el plan amenaza laboratorios que funcionan allí desde hace muchos años y que, por tanto, tienen una relación consolidada con la industria agraria.

El malestar por el proyecto puesto en marcha en Lugo incluso llegó esta semana al Senado, donde un representante de Compromís intentó desacreditar la capacidad de Lugo para acoger el laboratorio, ello pese a la larga trayectoria en titulaciones universitarias de capacitación relacionadas con el sector que tiene Lugo.

Así, el portavoz de Compromís en el Senado, Carlos Mulet, criticó en una sesión de la Cámara alta al Gobierno por su "silencio" respecto a la decisión de apostar en Lugo el laboratorio, ya que a su entender no se han presentado documentos e informes que justifiquen y avalen la puesta en marcha en Lugo de un servicio cuyo funcionamiento puede implicar la desaparición de los existentes en otras regiones.

Los recelos en Valencia no son nuevos y también en el sur hubo malestar por el hecho de que controles como el del aceite de oliva se pudieran hacer en Lugo, según apuntan en ámbitos del campo de la investigación en Lugo.

Los recelos en Valencia no son nuevos y también en el sur hubo malestar

Sin embargo, han sido los valencianos los más beligerantes al llevar el asunto al Senado para presionar al Gobierno. El senador de Compromís llegó a sostener que "no hay explicación coherente alguna para que se especialice en temas hortofrutícolas un centro de Lugo volcado hasta ahora en temas de seguridad alimentaria referidos al sector lácteo".

Sostuvo incluso que la medida es un "despropósito" y un "agravio territorial bien claro".

La presión contra el centro de control de Lugo lleva tiempo larvándose e intenta venderse incluso como un riesgo para un trabajo de control de calidad que es clave para el sector hortofrutícola español, que tiene un gran peso económico.

El senador valenciano llegó a cuestionar los "oscuros intereses" que en su opinión se escondían detrás de la decisión de crear en Lugo un laboratorio para el que el ministerio destinó ya diez millones de euros.

En los debates parlamentarios salió a la luz que el propósito del Gobierno es financiar el laboratorio de Lugo con fondos del plan de recuperación, transformación y r esiliencia para la modernización de los laboratorios de sanidad animal y vegetal.

En el intento de desprestigiar la capacidad del laboratorio lucense, Compromís ha llegado a sostener que la ubicación del laboratorio en Lugo podría buscar dar facilidades a operadores de otros países y evitar que se deriven a laboratorios de Valencia o Madrid envíos sospechosos, algo que pondría en peligro la sanidad vegetal en España.

La experiencia acumulada por otros laboratorios se ha intentado usar como argumento para intentar interrumpir el proyecto comprometido con Lugo.


Se ha recuperado ya personal 
El laboratorio comprometido para Lugo ya está abierto en estos momentos. El ministerio nombró ya una directora, funcionaria de Agricultura, y se ha vuelto a contratar a personal que perdió su empleo cuando se desmanteló el Cetal. 

Más empleos 
El ministerio se comprometió a doblar el número de investigadores del laboratorio, hasta llegar a los veinte. El laboratorio se creó para sustituir al Cetal, disuelto en 2020 tras poco más de una década de actividad en Lugo.

 

Un servicio que España tenía que crear por requerimiento europeo

La decisión de localizar en Lugo el Laboratorio Nacional de Sanidad Vegetal está levantando ampollas, pero en realidad supone crear un servicio que no existía como tal, ya que estaba externalizado, sobre todo en departamentos universitarios. Fuentes del campo de la investigación apuntan que, frente a esa realidad, había exigencias de Bruselas para que España creara un servicio estatal propio, que sí tienen otros países. 

Laboratorio del centro. EP

Los requerimientos europeos habrían aumentado desde que estalló hace unos años la crisis del pepino, que llegó a poner en cuestión la calidad de la producción agraria española, aunque con el tiempo se demostró que las acusaciones eran injustificadas. 

Pero aquella crisis puso precisamente el foco en Lugo porque en la ciudad se localiza desde hace muchos años el laboratorio de referencia en España para el E.coli, que se encuentra en la facultad de Veterinaria y que supone una constatación más de que en Lugo, pese a las críticas foráneas, sí hay una acreditada experiencia en materia de laboratorios de vigilancia de asuntos alimentarios. 

La vigilancia estaba externalizada desde hace años en centros universitarios

Una vez tomada la decisión de asentar en Lugo el centro, el ministerio avanzó que el traslado de las investigaciones iría por fases. La idea era asentar en la ciudad hasta seis laboratorios. 

A falta de un laboratorio nacional como tal, lo que existían hasta ahora eran centros de investigación, en algunos casos ligados a universidades y el ministerio anunció que se trasladarían a Lugo los laboratorios de Micología y Virus no leñosas, ambos de la Universidad Politécnica de Valencia; Bacteriología y Virus leñosas, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias en los dos casos; el de Nematodos, en el CSIC de Madrid, y el de Artrópodos, que estaba en la Universidad Politécnica de Madrid. 

El centro investigador de Lugo, promovido a principios de este siglo y cuya construcción supuso una inversión millonaria, cuenta con medios para los trabajos de control y, ante la necesidad de crear el laboratorio vegetal, el ministerio vio una oportunidad en un centro que estaba ya disponible para empezar a trabajar.