El paisaje después de la pandemia es esperanzador. Pero la crisis ha dejado cicatrices importantes, cuya superación exige justicia social. Es una de las conclusiones expuestas este lunes por Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social, en la conferencia que impartió en el foro Encontros en El Progreso.
En la intervención, que tuvo lugar en un concurrido Círculo de las Artes, Costas abordó la "recuperación sorprendentemente rápida" que está registrando la economía española, con la vuelta de la actividad y el empleo a los niveles previos al estallido de la crisis. La apuesta por "resistir", manteniendo las empresas, recurriendo a los Ertes para esquivar la destrucción de empleo y dando ayudas sociales para evitar la ruina de las empresas fue la clave para esa rápida salida de la crisis, opinó el experto.
La respuesta del sector público, que decidió forzar motores para paliar la caída de la economía privada, fue clave para evitar una crisis profunda como la de 2008, sostuvo el presidente del Consejo Económico y Social, que se mostró optimista cara al futuro sin dejar de advertir que hay riesgos.
Y las heridas sociales son, bajo su criterio, el mayor desafío. Así, aunque de la crisis del covid se salga con fenómenos alarmantes a primera vista, como una deuda pública disparada, ese problema se podrá afrontar si la economía crece y el Banco Central Europeo mantiene bajo el precio del dinero, consideró Costas.
"Una mayor justicia social mejora la eficiencia económica. Hay que invertir en la infancia y en emancipar a los jóvenes"
En cambio, las cicatrices sociales generan mayores desafíos. Hay que evitar la pobreza infantil, garantizar la educación y asegurar la emancipación de los jóvenes. Son políticas no solo "decentes", sino también las mejores que se pueden hacer para incentivar la economía, dijo Costas, que abogó por fórmulas como universalizar la educación de 0 a 3 años y, por ello, no dejó de contar que felicitó al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, por universalizar la gratuidad de las guarderías.
Y el pilar social es clave no solo por una cuestión de justicia, defendió. Así, después de resistir la crisis y lograr la recuperación de la economía, ahora llega el momento de reinventarse, algo que pasa por transformar la economía abordando la descarbonización y la digitalización. Ante ese desafío inminente, Costas advirtió de que "o somos capaces de una transformación digital y ecológica justa, o será un desastre".
La factura de esa transición no la puede pagar la parte más débil de la sociedad, advirtió Costas, quien recordó, por ejemplo, cómo el intento de trasladar a la Francia rural los costes de la transformación ecológica acabó dando lugar al estallido social de los 'chalecos amarillos', que acabó por condicionar también la política del país.
"O somos capaces de una transformación digital y ecológica justa o será un desastre. Muchos empleos se pueden perder"
Y la transición hacia esa economía digital y ecológica, con la robotización de muchas actividades, puede generar la desaparición de muchos empleos, recordó Costas. Sin embargo, también se mostró convencido de que ese saltó hacia una nueva economía se va a afrontar en un momento en el que los fondos Next Generation de la UE suponen una oportunidad.
Advirtió, eso sí, de la necesidad de invertir esos fondos de forma rigurosa. "Hay que saber hacia donde se quiere ir y tener proyectos", entonces "los fondos serán una bendición", dijo Costas, que se mostró convencido de que Galicia tiene una buena oportunidad en ese programa europeo. Pero, insistió, no se trata de "repartir" dinero, sino de dirigirlo a proyectos serios. "No hay viento favorable para quien navega sin remo", recordó el economista.
Presentado por Xosé Carlos Arias, con el que ha escrito varios libros, como un "humanista", Costas evidenció esa condición a lo largo de la charla y, más allá de los grandes desafíos tras la crisis del covid, también trató algunas incertidumbres del momento, como la crisis de desabastecimientos que afecta a todo el mundo y que, en su opinión, será pasajera y se disipará en unos meses.
El problema se agudizó con el cierre de puertos que trajo el covid, pero desde hacía tiempo se evidenciaba ya que había que ir cambiando las fuentes de aprovisionamiento, añadió.
Los Encontros en El Progreso vuelven a ser presenciales. El estallido de la pandemia obligó a trasladar a internet ese foro de análisis sobre las claves del futuro económico, social o tecnológico, pero la superación de la situación sanitaria permite abrir de nuevo al público ese espacio de reflexión con el que el periódico de Lugo busca contribuir a poner luz sobre los desafíos que afronta la sociedad y cuyo análisis es esencial para poder encarar los grandes retos del futuro.Así, las voces de las figuras más respetadas y acreditadas se podrán volver a escuchar en directo en Lugo y el interés por escuchar a las voces más acreditadas se pudo comprobar perfectamente este lunes en la cita con Antón Costas y Xosé Carlos Arias, que tuvo lugar en el Círculo de las Artes, la "sala de estar" de Lugo, como la definió Alfonso Álvarez Riveiro, director de El Progreso.
Y a ese familiar espacio acudieron este lunes decenas de lucenses para escuchar a Antón Costas y Xosé Carlos Arias. Entre los presentes estaba la presidenta de El Progreso, Blanca García Montenegro; la adjunta a la presidencia, Blanca de Cora; la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez; el teniente de alcalde, Rubén Arroxo; la edil de economía, Paula Alvarellos, el diputado provincial Pablo Rivera o el diputado Joaquín García Díez, entre otros muchos.Entre los presentes estaba también Salustiano Velo, presidente del Colegio de Economistas, entidad que junto a Caixa Rural y Frisaqués, patrocinaban el encuentro.
