Tres años para cobrar los daños por un siniestro en un parque de Paradai

El Concello reconoce una indemnización por un accidente sufrido en julio de 2017 por un menor debido a que sobresalían los antiguos anclajes de una papelera que había sido retirada
Zona en la que se accidentó el menor. EP
photo_camera Zona en la que se accidentó el menor. EP

Un lucense tuvo que esperar más de tres años a que el Ayuntamiento de la ciudad reconociera la responsabilidad por un accidente que sufrió su hijo, menor de edad, en un parque de Paradai por culpa de unos tornillos que sobresalían del suelo.

El siniestro se produjo el 27 de julio de 2017, cuando el niño tropezó con los anclajes de una papelera, que permanecían en el suelo, sobresaliendo, a pesar de que se había retirado el resto de la estructura. El tropezón acabó conllevando una lesión sería, porque más allá de romperse las zapatillas deportivas que vestía, el menor sufrió una rotura en el tobillo, por la que tuvo que recibir asistencia en un hospital de la capital.

El padre avisó en primer lugar a la Policía Local de lo ocurrido y después, en noviembre, formalizó una reclamación al Ayuntamiento por el siniestro.

Pese a que el accidente se produjo en 2017, la asunción de responsabilidad por el Ayuntamiento se acaba de producir, según denunció este martes el portavoz municipal del PP, Ramón Carballo.

El Concello reconoce que se cumplieron todas las formalidades para reconocer el daño, salvo los plazos para resolver

El accidente conllevará una indemnización de 913 euros y el pago fue ordenado ya por la alcaldesa, que también estableció que, tras reconocer la responsabilidad municipal en el accidente, el Ayuntamiento deberá reclamar esa cantidad a la compañía de seguros contratada para hacer frente a ese tipo de accidentes en espacios públicos.

El siniestro sufrido por el menor lucense se produjo en Paradai, en los jardines Miguel González López y la familia del menor solicitó inicialmente el abono de 962,50 euros, ya que demandaba 840 euros por los daños personales, acrecitados por los informes médicos y las facturas, así como 109 euros por las zapatillas y 13,50 euros por la tobillera.

El Ayuntamiento rebajó la indemnización reconocida a 913 euros porque finalmente la factura por las nuevas zapatillas fue de 59,50 euros.

El Concello reconoce que se cumplieron todas las formalidades para reconocer el daño, salvo los plazos para resolver, por el "cúmulo de asuntos existentes".

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