Anhelina y los pictogramas de su nueva realidad en Lugo

Los profesores buscan maneras de enseñar a estos jóvenes, con la barrera idiomática como principal escollo
La pequeña Anhelina, en su clase del colegio de Paradai. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera La pequeña Anhelina, en su clase del colegio de Paradai. VICTORIA RODRÍGUEZ

En los centros públicos de la provincia de Lugo hay en este momento 46 estudiantes ucranianos y en el conjunto de los gallegos, 504, en 186 colegios e institutos, según informó este lunes el conselleiro de educación en funciones, Román Rodríguez, en su visita al colegio de Paradai, en la capital lucense. Este centro incorporó a tres alumnos de Ucrania y un cuarto llegará en los próximos días. La última niña aterrizó el jueves pasado en 3ºB, donde, como en el resto de aulas de este colegio, saben bien lo que es la diversidad. En ella hay alumnos de seis nacionalidades, aunque este lunes no estaban representadas todas porque era el fin del Ramadán, día de fiesta en el islam, y faltaban algunos niños.

Algunos de los pictogramas elaborados por la Xunta son los que utiliza estos días Anhelina, que cuenta durante parte de la jornada con algún profesor de apoyo. El centro dispone de dos especialistas en audición y lenguaje y dos profesionales de pedagogía terapéutica, quienes en las últimas semanas están especialmente dedicados a los alumnos ucranianos y a algún otro de reciente incorporación.

Ya en condiciones normales, el centro necesitaría más personal, tal como le trasladó este lunes la directora, Marta Castro, al conselleiro. Este reiteró el compromiso de la Xunta de atender todas las necesidades de los centros y recordó que este curso hay más profesores que el anterior a la pandemia, pese a haber menos alumnos.

La dificultad de acogida a los estudiantes ucranianos es que, como muchos otros centros, el colegio de Paradai no contaba con ningún alumno de esta nacionalidad que pudiera echar una mano al profesorado con el idioma en los primeros momentos.

Por esta razón, las aplicaciones de traducción de los teléfonos móviles están siendo clave, lo mismo que los docentes de inglés, imprescindibles también para las tutorías con las familias, como la que se celebraba este lunes con dos madres a la misma hora en que visitaba el centro el conselleiro. A este, Isaura López, profesora de 3ºB, le pidió herramientas idiomáticas más atractivas para el alumnado extranjero en general, mientras que la orientadora, Isabel Ferreiro, destacaba el gran apoyo que suponen las trabajadoras del centro social municipal de A Milagrosa.

El centro ve su multiculturalidad como una "fortaleza", porque los alumnos viven en él "la vida real", y el patio del centro recibe con un lema sobre la diversidad en varios idiomas.

Al final del acto, Anhelina siguió la clase con sus compañeros, un poco aliviada tras tal revuelo.