Amor a los animales sin fronteras

Las jóvenes polacas Kasia Busłowska y Weronika Stokłosa han hecho sus prácticas en Lugo
La intervención en la que participaron tres trabajadoras polacas. EP
photo_camera La intervención en la que participaron tres trabajadoras polacas. EP

Tres mujeres polacas coincidieron esta semana en el quirófano del hospital veterinario HA, en la Rúa Virxe da Esperanza 31, en el barrio de Montirón. Esta casualidad ocurrió porque una de las empleadas del hospital es polaca y porque este verano dos jóvenes estudiantes polacas han hecho sus prácticas dentro del programa Erasmus+ en esta clínica lucense.

Kasia Buslowska y Weronika Stoklosa estudian Veterinaria en la Universidad de Varmia y Masuria en la localidad polaca de Olsztyn. Kasia explicó que decidió hacer sus prácticas en España, porque "había estado viviendo en Córdoba durante un año y me encantó el país" y que lo que la llevó a elegir Lugo y el hospital HA fue la información que encontró sobre él en las redes sociales. Además, "una amiga mía polaca está estudiando aquí en Lugo en la facultad de veterinaria, fue ella quien me dijo que Lugo era genial y que Galicia era muy bonita", explica Kasia Buslowska.

El clima es una de las cosas que más les ha sorprendido, "es mucho más parecido al de Polonia de lo que me esperaba" dice Weronika. Kasia explica que "en Polonia tenemos una idea diferente de cómo es España, siempre lo asociamos a las playas y al calor". Por otro lado, definen a los gallegos como "amables y agradables".

Las jóvenes creen que hacer prácticas en este hospital ha sido una gran oportunidad porque
"todo está muy nuevo y hay muchos aparatos y materiales que la mayoría de hospitales no tienen", destaca Kasia.

Weronika Stokłosa, Ángel Romasanta y Kasia Busłowska, en el hospital HA

Weronika Stokłosa, Ángel Romasanta y Kasia Busłowska, en el hospital HA. AIDA SOENGAS

Weronika explica que lo que más le ha gustado de trabajar en la clínica de Lugo ha sido "que se pueda llevar a cabo todo el proceso médico en un solo lugar, es decir, desde el diagnóstico hasta que se le da el alta, siempre hay alguien pendiente del animal enfermo".

Ángel Romasanta, gerente del hospital, asegura que lo que ha intentado enseñarles es que "tienen que viajar mucho y aprender muchas cosas para después llevarlas a Polonia, que eso es lo realmente bonito, ayudar a que tu país mejore y progrese".

Las estudiantes creen que el ambiente de trabajo en esta clínica ha sido muy enriquecedor, ya que todos comparten lo que saben con los demás y se trabaja siempre en equipo, algo que es menos habitual en las clínicas de Polonia.

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