Amenaza con quemar un banco y le imponen dos años a tratamiento

El hombre, que padece esquizofrenia, se alteró porque no le daban el dinero que pedía y causó daños en tres cajeros, tasados en 7.211 euros

Un hombre que amenazó con quemar una sucursal bancaria de la ciudad y destrozó tres cajeros automáticos reconoció este martes los hechos y aceptó someterse a tratamiento psiquiátrico durante dos años, ya que el fiscal le reconoció una eximente completa porque padece esquizofrenia.

Tal y como quedó recogido en el escrito de acusación de la Fiscalía, el 6 de enero de 2016, el acusado, "con numerosos antecedentes penales y diagnosticado de esquizofrenia paranoide, propiciada por el consumo de cannabis", acudió a una entidad bancaria a retirar dinero, pero los trabajadores le dijeron que no podían entregarle la cantidad que solicitaba.

El hombre, "en el transcurso de un brote psicótico", acudió a un cajero de la Rúa Montevideo y comenzó a golpearlo con fuerza, ocasionando daños que fueron valorados en 1.721 euros. Acto seguido, se dirigió a otros cajeros de la misma entidad, sitos en Santo Domingo y en la Praza do Ferrol, y ocasionó daños por importe de 3.517 y 1.972 euros, respectivamente. Al día siguiente de estos hechos, el 7 de enero, el hombre acudió de nuevo a una entidad bancaria de la Praza Maior y les dijo a los empleados que iba a sacar una navaja y que además tenía una lata de gasolina para quemar el edificio.

El fiscal mantiene que el brote psicótico que padecía el acusado "le anulaba sus capacidades cognitiva y volitiva", por lo que le reconoció una eximente completa. La Fiscalía solicitaba inicialmente una medida de libertad vigilada durante 5 anos, con la obligación de someterse a tratamiento externo por un especialista en psiquiatría. Sin embargo, las partes llegaron a un acuerdo para reducir la medida a dos años.

El mismo joven también fue juzgado por la mañana en la misma sala por otros hechos. El fiscal argumenta que, sobre las dos y media de la madrugada del 24 de septiembre de 2016, arrojó cristales desde la ventana del segundo piso de un inmueble. Los cristales causaron desperfectos en un vehículo particular y en un vehículo rotulado de la Policía Nacional de Lugo. Los daños fueron tasados en 602 y 254 euros, respectivamente.

Por estos hechos, el ministerio público solicitó una multa de 1.440 euros, con la atenuante de alteración psíquica. El juicio se celebró en el Penal 1 y quedó visto para sentencia.

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