"Aquí no hay playa", podrían cantar los lucenses, así que muchos ‘emigran’ a las localidades vecinas para darse un chapuzón. El área fluvial de O Corgo o la nueva piscina de Friol están entre los destinos populares. La de Castroverde también suele atraer a bastantes lucenses.
Entre los destinos más populares está el área recreativa del río Chamoso, en O Corgo. A poco más de diez minutos en automóvil, ese privilegiado paraje recibe habitualmente a un buen numero de urbanitas. Disfrutan del espacio natural y, además, la piscina municipal está a un paso.
Roberto López es un lucense que acude casi a diario a este enclave de ocio. "Vengo con más amigos en verano. Hay mucha gente de Lugo, incluso por la semana", cuenta, a la vez que destaca que "llegas enseguida". Según este bañista, "al ubicarse a un paso de la ciudad, al área del río Chamoso es fácil acudir antes o después del trabajo".
Santa Isabel, en Outeiro de Rei. es históricamente una de las zonas de recreo más concurridas en verano. A un paso se encuentra el caneiro de O Piago, que también suele estar muy concurrido.
El catálogo contra la altas temperaturas lucense incorporó a su oferta el renovado Club Fluvial de Friol, unas instalaciones de primer nivel, que incluyen dos piscinas, cafetería y zona verde.
Otro de los tesoros fluviales que provocan el desplazamiento de proximidad de lucenses es la playa fluvial de Baamonde, en Begonte, aunque esté algo más lejos.
Y es que los lucenses tiran de ingenio para mitigar las altas temperaturas. Con todo, son muchos los que, aunque no haya playa, aprovechan los espacios de recreo del Miño en la ciudad. No todos pueden escaparse a otros ayuntamientos y el río tiene grandes parajes y no faltan los chapuzones.
La ansiada playa permanece enquistada en el tiempo por la falta de un acuerdo a tres bandas entre Ayuntamiento, Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y Xunta de Galicia respecto a un emplazamiento aceptable tanto para los vecinos como para el ecosistema fluvial. Pero que no haya acuerdo no supone que los lucenses no disfruten del río.
Son frecuentadas las áreas de As Saamasas, Los Robles y las diversas bajadas naturales en los paseos del Rato y el Miño. Precisamente en este último emplazamiento, en A Tolda, está ubicado el nuevo pantalán y el mobiliario de la playa fluvial.
Sin salir de la ciudad, los lucenses también pueden disfrutar este verano de las piscinas descubiertas de Frigsa, ahora gratuitas.