Dos localidades de la Mariña coincidieron este jueves en la celebración del día principal de las fiestas dedicadas a la virgen del mar. Tras sendas misas solemnes, cantadas por el coro parroquial de Foz y la coral Terramar de San Cibrao, las procesiones desfilaron ayer por ambos pueblos, decorados con alfombras florales para la ocasión, y con la patrona de los marineros, a la que le rindieron el más sentido homenaje.
Para San Cibrao, estos son sus festejos mayores, y este jueves el fervor se vivió desde el inicio de la misa, celebrada en o Peirao, hasta la ofrenda floral entregada por María Teresa Rouco, en honor a los marineros fallecidos. La procesión contó con el sonido del grupo A Rebolaxe, que les acompañó por el trazado decorado hasta su llegada a la iglesia parroquial de Lieiro.
La fiesta continuó a mediodía con la sesión vermú a cargo de Delirio y una gran verbena nocturna en la plaza dos Campos.
En Foz, aunque estas no sean sus fiestas patronales, se vive con entrega el día de la virgen del Carmen por ese pasado ligado al mar que todavía continúa muy vivo en su memoria colectiva.
El día mayor de las fiestas se vivió, este año, de forma especial para los focenses. El 70 aniversario del hundimiento del Jesús Nazareno, donde murieron doce vecinos, acrecentó el sentimiento este año al contar con un sentido homenaje de los familiares de los fallecidos en la tragedia y el sobrecogimiento de todos los presentes que acompañaron a la virgen con más salves, ofrendas, habaneras y bailes con la figura que nunca.
Tras la sentida procesión, ya por la tarde, los niños disfrutaron de los juegos populares dispuestos en el Paseo da Ribeira. Además, se celebró una misa por los náufragos y se entregó una ofrenda floral en honor a la gente del mar. La jornada finalizó con la verbena en la plaza Conde de Fontao.
