Alejandro Fernández Bolaño, de 50 años de edad y que estaba soltero, tenía un taller en el barrio de A Residencia de la capital lucense, AlexCar, a donde se había trasladado desde el polígono industrial de Rábade. Llevaba toda la vida dedicándose a la mecánica, oficio que aprendió en el instituto de FP As Mercedes.
Su muerte ha causado consternación en A Pontenova, su municipio natal. Era de Vilarxoane, en la parroquia de San Pedro de Bogo, en cuyo cementerio reposan los restos de su padre, fallecido el pasado mes de abril.
El funeral por Alejandro Fernández, cuya capilla ardiente se instalará este jueves en el tanatorio de la Funeraria Lourido de A Pontenova, se celebrará este viernes por la tarde.
Alejandro Fernández tenía tres hermanos, uno de ellos, Antonio, cuenta con varios establecimientos de hostelería en la capital lucense.