La joven agredida en la muralla "salió de Colombia para salvar la vida"

Alertan del aumento de la hostilidad contra los colectivos LGTBI+ en Lugo ► Unas 200 personas manifestaron su apoyo a la chica supuestamente arrojada del adarve
Alrededor de 200 personas, de todas las edades y géneros y con mucha presencia de jóvenes, se concentraron ante los juzgados pese al frío y la lluvia. SEBAS SENANDE
photo_camera Alrededor de 200 personas, de todas las edades y géneros y con mucha presencia de jóvenes, se concentraron ante los juzgados pese al frío y la lluvia. SEBAS SENANDE

Alrededor de doscientas personas se reunieron este viernes frente al edificio de los juzgados de Lugo para expresar su apoyo a la chica transexual víctima de una caída de más de diez metros desde el adarve en la madrugada del domingo, después de haber sido arrojada supuestamente por un joven, que fue detenido por ello y puesto en libertad con medidas tras negar su participación. 

Uno de los colectivos que ha podido estar en contacto con la familia de la víctima para ofrecerle su ayuda es La Plataforma Feminista, cuya portavoz es Ana Torrón, que comentaba este viernes que la joven estaba informada de la manifestación de apoyo y que estaba muy agradecida. Torrón lamentaba el destino que ha sufrido la chica: "Su familia tuvo que irse de Colombia hace dos años para salvarle la vida, porque peligraba por ser trans, y casi la pierde aquí, en la ciudad en la que vivía para sentirse segura. El milagro es que esté viva".

Alrededor de 200 personas, de todas las edades y géneros y con mucha presencia de jóvenes, se concentraron ante los juzgados pese al frío y la lluvia.Una movilización que sirvió además para alertar de que Lugo, una ciudad considerada hasta hace poco "muy tolerante", vive desde hace unos años un incremento de la hostilidad contra los colectivos LGTBI+, según pusieron de manifiesto los grupos convocantes, entre ellos AmiZando, Arelas, Avante LGTBI, la Plataforma Feminista o Alas. Un fenómeno que se percibe ligado al aumento del "discurso de odio" de la extrema derecha, que parece estar calando especialmente entre los jóvenes y que las personas que tomaron el micrófono durante la concentración ligaron directamente al "heteropatriarcado" y a una sociedad anclada en la "cisnormatividad" que niega sus derechos individuales a las personas con otra identidad de género.

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Es en este ambiente en el que los manifestantes inscribieron el ataque que sufrió la joven trans, de 23 años, que permanece ingresada en el Hula con graves heridas. Un ambiente que fue definido por la activista Xacia Ceive, en la lectura del manifiesto, como de "terror absoluto, miedo a morir".

"Tengo miedo cada vez que ando sola por una zona oscura", alegó, "cada vez que se me acerca un hombre por la calle. Tenemos ese miedo a qué va a pasar cuando el hombre que tenemos enfrente sepa que somos trans". Hasta el punto de que, según lamentó, "la amenaza de violencia nos define en todo lo que hacemos en nuestras vidas, en cómo nos vestimos, dónde vamos, con quién andamos. La tenemos interiorizada".

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Xacia Ceive clamó contra la "cisnormatividad de toda la sociedad" para dejar claro que "nuestras vidas no valen menos". Un problema que viven con aún más intensidad en España las personas trans extranjeras, como es su caso o el de la joven herida en Lugo, "las más precarizadas".

A su voz se sumaron también otras para "denunciar el nivel de violencia que estamos sufriendo en los últimos años. Es lamentable que una mujer tenga que sufrir esta violencia simplemente por ser trans, que la dejara abandonada como si no fuera nada" o para reclamar de políticos y administraciones que desarrollen las leyes de derechos de los colectivos LGTBI+.

Desde dichos colectivos insisten, como es el caso de Marcos Fernández, de Alas, en que "desde hace unos tres años sí percibimos que han vuelto las miradas, las risas, los gritos de "maricón", sobre todo entre la gente joven. Nos preocupa porque es un indicativo de lo que puede estar por venir. La gente joven está comprando discursos de la ultraderecha muy preocupantes".

"Non o podemos permitir, temos que sentirmos culpables como sociedade"
La concentración de este viernes también contó con representación política, como los nacionalistas Rubén Arroxo y Maite Ferreiro. Esta explicaba que "estamos aquí para denunciar ante a sociedade que segue habendo un retroceso nas liberdades sexuais. De novo están a suceder agresións a cotío, e é algo que como sociedade non podemos permitir. Temos que sentirnos culpables e preguntarnos que está a pasar no ensino, na educación no respecto que se lles dá aos nenos e nenas".

El concejal socialista Mauricio Repetto, que sostuvo una de las banderas trans, declaraba que "este tipo de situaciones son terribles. Desde la administración vamos a seguir dando nuestro apoyo para que no ocurran, en espera de lo que decida la Justicia". También Antonio Ameijide se acercó para mostrar "las más firme condena del PP ante cualquier ataque a personas trans, colectivo LGTBI o cualquier acto de homofobia".