La alcaldesa defiende la salud del gobierno de Lugo en un pleno en el que el BNG eligió ir a por el PP

El plan general de urbanismo, que aún debe ser ratificado por la Xunta, se aprobó al completo tras 24 años de tramitación en una sesión plenaria que dejó un regusto amargo por el alto grado de confrontación que protagonizaron los grupos políticos

Votación en el pleno. SEBAS SENANDE
photo_camera Votación en el pleno. SEBAS SENANDE

A falta de que la Xunta lo ratifique, para lo que dispondrá de tres meses, Lugo tiene al fin un plan de urbanismo al completo, después de que este jueves el PSOE y el PP aprobaran el 5% del documento que quedó pendiente en 2011 y que la semana pasada, en un primer intento, no salió adelante por el voto negativo del BNG y la abstención de PP y de Cs.

Socialistas y populares coincidieron en señalar que este jueves fue "un gran día" para Lugo, pese a que el pleno dejó un regusto amargo debido al alto nivel de confrontación que protagonizaron los grupos políticos. Como hace una semana, PP y Cs incidieron en la anomalía que supone que los socios del gobierno voten por separado en un asunto de este calibre y los populares insistieron en pedir a la alcaldesa que expulse al BNG del gobierno. El bipartito, por su parte, afeó al PP el "teatrillo" que llevó a cabo en la última semana y, mientras que la parte socialista puso énfasis en defender la salud del gobierno, a todos los niveles,  los nacionalistas no tuvieron piedad con el PP.

El portavoz del BNG, Rubén Arroxo, afirmó que el PP fue en el asunto del PXOM "como polo sen cabeza". Le recordó que en alguna época se presentaba casi como el "ideólogo" del plan y le instó a que aclarase si, "como se comenta por todos os lados", el voto negativo de hace una semana se debió a las presiones de algunos empresarios que se quedaron sin urbanizables, a vagancia en el estudio de la documentación o a estrategia electoral. Arroxo también se preguntó "quen manda" en el grupo municipal, ya que de nuevo fue el viceportavoz, Antonio Ameijide, y no el portavoz, Ramón Carballo, quien debatió sobre el PXOM. "Non se sabe, quizais por iso preparan un Macarena Olona, poñer unha señora de Mondoñedo a mandar en Lugo. Ollo, eh! Eu prefiro un carballo de Lugo ca un eucalipto da Mariña", bromeó el portavoz nacionalista en alusión al debate que hay en el PP sobre el candidato a la alcaldía. 

El PP recordó que votaba sí al documento tras estudiarlo, escuchar a vecinos y empresarios afectados y resolver dudas con el edil de urbanismo, Álvaro Santos. El viceportavoz del PP volvió a agradecer  su buena disposición y a afear a la alcaldesa, Lara Méndez, que no tuviera la "humildad" de recibir al PP. "Baje de esa atalaya en la que está instalada y venga al mundo real. Entiendo que esté nerviosa, porque es consciente de lo que le viene por delante", afirmó Ameijide en alusión a las elecciones de 2023. La regidora le recordó que estuvo con él en la junta de portavoces de la semana pasada y que respondió a la única pregunta que formuló sobre el PXOM. "Tívome a disposición. Cando se fala cunha persoa do goberno é como falar coa alcaldesa. Estamos en sintonía. Por axenda a veces é máis complexo", afirmó Méndez para desmentir divergencias.

También Santos quiso incidir en esa idea. "A miña actitude non é novedosa, por moita etiqueta que me queiran poñer. A alcaldesa sabe a quen recibo e os asuntos que despachamos", dijo, en un pleno donde de nuevo volvió a dejar muestra de su particular estilo. Comenzó pidiendo perdón porque la "colmatación" del PXOM, en el que comenzó a trabajarse en 1998, tardó "máis do necesario e incluso do xustificable" y por la "inxenuidade" de pensar que la semana pasada el PP iba a anteponer el interés general al partidista. "Estas mensaxes políticas distánciannos dos cidadáns, que queren pragmatismo, claridade e servizo público", afirmó. Señaló también que podía entender el voto del BNG, porque es "valente e argumentado", pero no el de Cs. "Xa dicía Cacharro que a abstención era o voto dos covardes", recordó.

Pero Cs volvió a desviar la presión al BNG. Le recriminó que, siendo gobierno y si, como dijo en el anterior pleno, esta parte del PXOM tiene partes positivas tras los cambios realizados, no lo aprobara, por mucho que en el pasado su posición respecto al plan fuera de rechazo. También sobre la municipalización de la grúa cambió de opinión, le recordó. Para el edil Juan Vidal Pardo, el voto del BNG es una "traición" a Lugo y al PSOE, que no tiene "ningún sentido de la dignidad", dijo. "El BNG se oculta y son ustedes los que se queman constantemente. El día que les traicionan públicamente siguen defendiéndolos", afirmó.

La alcaldesa defendió la salud del bipartito. Recordó que, según el pacto de 2019, el BNG tenía libertad de voto en este asunto y aseguró que el estado de ejecución del acuerdo programático es "altísimo". Del PXOM dijo que aunque "ten moitas deficiencias e pode ser moi mellorable", su aprobación dará seguridad a los propietarios y permitirá que la ciudad crezca.

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