Alberto García deja la cafetería del Círculo por no poder servir banquetes

El hostelero mantendrá la concesión hasta el 30 de junio como máximo, aunque está dispuesto a irse antes si aparece un interesado
Imagen de la cafetería del Círculo, en abril de 2013
photo_camera Imagen de la cafetería del Círculo, en abril de 2013

El hostelero lucense Alberto García dejará de explotar la cafetería del Círculo de las Artes en los próximos meses ya que, al no permitírsele servir banquetes en los salones de la entidad, la concesión no le resulta rentable, según indicó. él mismo.

En principio, seguirá al frente de este servicio hasta el próximo 30 de junio, pues el contrato que firmó en su día le exige un preaviso de tres meses para concluirlo. Sin embargo, este conocido hostelero aseguró que no tiene inconveniente en dejarlo antes si algún interesado se postulara para tomar el relevo.

La directiva de la entidad confirmó también que está previsto abrir el concurso para la concesión de la cafetería en fechas próximas.

Alberto García asumió la explotación de la cafetería del Círculo en la primavera de 2013. En aquel momento existía el compromiso de permitirle celebrar banquetes de boda en el salón regio, aunque no era una propuesta en firme porque para llevarla a cabo era necesario contar primero con la aprobación de la asamblea de socios de la entidad. Cuado se le planteó el asunto, hace algo más de un año, la mayoría de los miembros de esta entidad privada no estuvo de acuerdo con que se diera ese uso al salón más distinguido de la sociedad, lo que echó por tierra los planes del empresario.

El hostelero, que también es socio del Círculo, asumió la negativa con naturalidad. "Cuando lo cogimos nos dijeron que había esa posibilidad, pero al final no salió adelante y no pasa nada", aseguró.

Alberto García buscaba un "marco bueno" en el centro de la ciudad para organizar eventos y, especialmente, banquetes nupciales. Su intención era poder ofrecer a los contrayentes el uso del salón regio de la entidad, que data de finales del siglo XIX, independientemente de si estos eran socios del Círculo o no. De hecho, cuando anunció su propósito indicó que su empresa se encargaría de la gestión de los correspondientes permisos y de pagar el canon establecido por cada evento.

La saga hostelera que él fundó sigue teniendo a su cargo el Mesón Alberto, en la Rúa da Cruz, y se ocupa también de la cocina del Pazo da Trave, en Viveiro, para la celebración de banquetes.

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