De Albeiros a estar entre gigantes

Jesús Varela, socio director en España del despacho internacional de abogados Dentons, ha asesorado algunas de las grandes operaciones inmobiliarias del país en los últimos años
Jesús Varela Fernández, en la terraza de su despacho madrileño. AEP
photo_camera Jesús Varela Fernández, en la terraza de su despacho madrileño. AEP

"¡Qué ilusión me hace tener una llamada de un 982!". La exclamación es de Jesús Varela, el abogado que ha dirigido algunas de las grandes operaciones inmobiliarias del país de los últimos años. Entre las más sonadas y recientes está la de Solvia.

Este testigo privilegiado de cómo se mueve la economía, que vive un día a día marcado por el trato con los inversores internacionales que negocian grandes operaciones inmobiliarias en España, aprendió lo mejor que sabe de comercio durante su infancia en Lugo, de la mano de su padre, Jesús, un agente de comercio que vendía productos de confección por toda Galicia. "Iba con él a Mondoñedo, a Meira... Todo lo aprendí de él", confiesa Varela.

El lucense es hoy socio director de Dentons España, una firma internacional con unos 12.000 abogados en todo el mundo. El del Paseo de La Castellana, en Madrid, es ahora su escenario cotidiano y la atalaya desde la que otea hacia donde se mueve el mundo. Pero confiesa que su paisaje más real es el de la calle Lavandeira, donde creció y donde Elda, su madre, tuvo una mercería. Y los paisajes que ve cada noche al cerrar los ojos son los que recorría en bici de niño, camino del río, cuenta.

Juega en una división ajena al modelo de negocios que se pueden ver en Lugo y su campo de operaciones se centra en Madrid y Barcelona

Hoy los padres viven en Ombreiro y Jesús, un ávido lector de Cunqueiro, solo vuelve a Lugo en verano. Pero aquí siguen los que siente como sus grandes amigos, los que hizo mientras crecía en Albeiros, estudiaba EGB en Maristas y Bachillerato en Pepas.

La nostalgia siempre carga sobre quien emigró. Pero Jesús Varela vive hoy en un mundo amplio y, en realidad, se diría que siempre soñó con ello. Dice que, "aunque casi todo el mundo se iba a estudiar a Santiago", él se fue a hacer la carrera a Madrid "porque estaba más lejos". Eligió Derecho, como muchos que habían ido por Letras y no tenían una pasión clara, y una vez que se licenció decidió irse todavía un poco más lejos y, gracias a una beca, acabó en Nueva York, en la Universidad de Columbia. Allí se fraguó la que iba a ser su pasión profesional, que le ha llevado a trabajar casi siempre para despachos internacionales.

Campo internacional. Varela, que hoy tiene 49 años, ha hecho su carrera trabajando para inversores institucionales (fondos de pensiones, aseguradoras) que invierten en España en el sector inmobiliario.

"Nunca he trabajado para constructoras ni inversores españoles, cuando trato con ellos es porque los tengo de contraparte en una negociación", cuenta Varela.

Cuando el tipo de interés es muy bajo, uno de los pocos activos que devuelven algo al inversor es el inmobiliario

Pero sí han sido públicas muchas de las operaciones en las que ha intervenido, con gran trascendencia por su volumen. Participó, por ejemplo, en el asesoramiento a Oaktree para la compra de Solvia, la filial inmobiliaria del Sabadell, y en operaciones como la de CPPIB, fondo de pensiones canadienses, que se hizo con créditos inmobiliarios del BBVA valorados en 2.500 millones.

Juega en una división ajena al modelo de negocios que se pueden ver en Lugo y su campo de operaciones se centra en Madrid y Barcelona. Su trabajo le permite tener una panorámica amplia del negocio inmobiliario en las grandes ciudades.

Cree que se van a seguir viendo grandes inversiones de capital internacional en el ladrillo. "El factor determinante es el tipo de interés: cuando es muy bajo, uno de los pocos activos que devuelven algo al inversor es el inmobiliario", explica este lucense.

El modelo de parejas y familias ha cambiado mucho y comprar una casa no es ya opción para muchos

"Ahora, en Nueva York o en Londres un inversor estará mirando el fondo soberano español y viendo que es más rentable invertir en el campo inmobiliario", dice Varela, quien al valorar el problema de vivienda que se está dando en las grandes ciudades afirma que la clave está en la falta de oferta y dice que la "moda" apunta a una consolidación del fenómeno de promociones de vivienda para alquiler, no para la venta.

Desde su puesto tiene una cierta mirada de sociólogo y, apoyándose en las estadísticas, dice que se va perdiendo la inclinación del español a comprar.

En ese cambio de tendencias no solo están los precios, también un nuevo sentido de movilidad laboral, que hace que muchos no quieran atarse a una casa, y también que "como decíamos en Albeiros, ahora nos arrimamos más". Es decir, que el modelo de parejas y familias ha cambiado mucho y comprar una casa no es ya opción para muchos, explica Varela.

El inmobiliario ha sido el campo de trabajo de este lucense durante muchos años, pero ahora como socio director de la firma en España, con unos 150 profesionales en el equipo, su campo es aún más extenso. El despacho, explica, es muy global y lleva muchas operaciones relacionadas con telecomunicaciones, sector farmacéutico y energía, que es uno de los grandes campos de futuro, según aprecia desde su atalaya en La Castellana. Con procesos abiertos como el de la descarbonización de la economía, empiezan a plantearse muchos asuntos relacionados con el cambio climático y Dentons ya acaba de incorporar en España a un abogado especialista en esos conflictos, apunta.

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