Un albañil estafa 90.200 euros a una clienta al fingir un cáncer de testículos

Mientras hacía una obra en el domicilio de la víctima le contó que estaba a punto de morirse y que no tenía medios económicos ni familia

Un albañil lucense que le estafó 90.200 euros a una clienta al fingir que tenía un cáncer de testículos fue condenado a dos años de cárcel. El hombre también que tendrá que pagar 1.440 euros de multa y devolver el dinero que estafó.

Los hechos sucedieron hace diez años y el atasco judicial jugó a su favor, ya que el fiscal pedía cuatro años y medio de cárcel y la acusación particular solicitaba 13, pero el tribunal le rebajó considerablemente la pena tras aplicarle la atenuante de dilaciones indebidas.

La sentencia explica que una vecina de A Coruña contrató los servicios del acusado en octubre de 2008 para acometer unas obras en su domicilio. El hombre realizó los trabajos contratados en un mes y le cobró a la mujer 3.000 euros. Sin embargo, una vez finalizadas las obras, el hombre siguió en contacto con la clienta y urdió un plan, "con la intención de lograr un enriquecimiento indebido".

La víctima se creyó totalmente la historia que le contó el albañil y durante casi dos años le entregó dinero en más de 60 ocasiones

ENGAÑO. El acusado le hizo creer a la mujer que estaba enfermo y arruinado y que necesitaba dinero de forma urgente para recibir asistencia médica, intentando así que se compadeciera de él y le ayudara económicamente.

Mientras estaba trabajando en la vivienda de la mujer, el albañil se quejó varias veces de un dolor intenso en una pierna y le explicó a la víctima que le estaban haciendo pruebas para conocer el alcance de sus dolencias. Finalmente, le dijo que le habían diagnosticado un cáncer de testículos en una fase muy avanzada y que tenía que tratarse en una clínica privada muy cara.

Además, le dijo que necesitaba unos medicamentos procedentes de América, que tenían un coste muy elevado, y que por cada sesión terapéutica le cobraban 4.000 euros, a los que tenía que sumar los gastos de desplazamiento y alojamiento.

El acusado le dijo a la mujer que no tenía familia ni recursos económicos y que se encontraba en una situación "angustiosa y desesperada". Para convencer a la víctima para que le entregara dinero, el acusado le aseguró que estaba a punto de vender una casa por la que recibiría 395.000 euros, y que cuando cerrara la operación le devolvería todo lo que había prestado.

ENTREGAS. La víctima se creyó totalmente la historia que le contó el albañil y durante casi dos años —entre febrero de 2009 y diciembre de 2010— le entregó dinero en más de 60 ocasiones, dándole cantidades de entre 200 y 6.000 euros, tanto en mano como mediante giros postales. La mujer llegó incluso a pedirle dinero a su hermana para dárselo al albañil, consiguiendo que le dejara 8.200 euros. En total, la víctima le entregó al acusado un total de 90.200 euros.

Finalmente, cuando gastó todos sus ahorros y se dio cuenta de que el albañil no tenía ninguna intención de devolverle el dinero, la víctima denunció los hechos. En el juicio, el hombre llegó a reconocer que la mujer le prestó 12.800 euros —los que figuran en los giros bancarios— pero el tribunal concluye que los movimientos en la cuenta de la mujer demuestran que fueron más de 90.000.

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