El aislamiento pone en riesgo la seguridad de unos 5.000 mayores en Lugo

La Policía Local auxilió a un anciano que pasó dos días caído, sin comer, beber o ir al baño y al que se rescató por el aviso de una vecina ► La Xunta da servicio de teleasistencia a 1.331 personas en Lugo y la Diputación a 1.795 y se extienden sistemas de control a través de GPS
Un hombre con un bastón. ARCHIVO

"Si juntas a todos los mayores gallegos que viven solos creas la tercera mayor ciudad de Galicia", lo dice Valentín Calvín, director del centro de alzhéimer de Afalu. La soledad, resume, es un problema y conduce a un aislamiento que muchas veces es fatal. En la ciudad de Lugo hay 5.000 mayores que viven solos y la capital es además la urbe gallega con mayor tasa de sobreenvejecimiento.

"Como están solos no cocinan y se alimentan mal, y como están solos dejan también de asearse, de cuidarse, de vestirse... Al final caen en el autoaislamiento, y como salen poco de casa el resultado es que nadie les echa de menos. Son personas sin infraestructura social, por eso se ven casos de gente que se muere sin que nadie les eche de menos", dice Calvín.

Son casos extremos, pero la realidad es que cada vez hay más ancianos solos y a los que tiene que auxiliar la Policía Local.

El último caso se produjo este martes, cuando la Policía Local auxilió a un hombre de avanzada edad que llevaba dos días tirado en el suelo de su piso. No fue capaz de levantarse ni pudo pedir ayuda, solo gritar, hasta que una vecina escuchó su voz desesperada. La mujer llamó a la Policía y explicó que residía en la calle Illa de Man y que estaba escuchando a su vecino pedir auxilio. Una patrulla se trasladó de inmediato hasta el domicilio y movilizaron a los bomberos para forzar la puerta y acceder al interior.

El hombre —que fue trasladado al Hula para ser evaluado— explicó a los agentes que se había caído el domingo y llevaba dos días sin comer, beber o ir al baño.

Esta intervención, lejos de ser un hecho aislado, forma parte del trabajo diario de la Policía Local. De hecho, tal y como confirma el jefe del cuerpo, Jesús Piñeiro, todos las semanas se realizan varios servicios humanitarios de este tipo con personas de avanzada edad. "Normalmente nos alertan a través del 112, aunque también es bastante habitual que llamen los vecinos cuando llevan tiempo sin ver a alguien y saben que esa persona vive sola. Casi todas las incidencias son por problemas de movilidad, porque sufren caídas y no son capaces de levantarse. A veces la persona que necesita ayuda no vive sola, pero reside con otra persona mayor que no puede prestarle ayuda, por lo que la problemática es prácticamente la misma, y va en aumento. Cada vez hay más casos", explica.

La Policía Local acude a dar auxilio y se encuentra con que los mayores buscan a la vez contacto humano, compañía, dice Santos

La Policía Local percibe también en estos mayores otra problemática tan importante o más: la soledad. "Los ancianos son extremadamente agradecidos; abrazan a los agentes, los invitan a tomar café y les cuentan su vida. En muchos casos se nota que pasan mucho tiempo solos y necesitan compartir un rato con alguien", dice Piñeiro.

Son casos extremos, pero cada vez menos raros. Ello a pesar de que hay recursos como la teleasistencia muy útiles para los mayores solos. De hecho, es un servicio con muchos usuarios en Lugo. La Xunta se lo facilita a 1.331 personas que tienen reconocido algún grado de dependencia y la Diputación se lo ofrece a 1.795 usuarios.

Los equipos de teleasistencia permiten a los ancianos mandar un mensaje de socorro en cuanto sufren algún accidente, pero muchas familias empiezan a recurrir también a servicios complementarios o alternativos.

GPS Y CÁMARAS. "Hay gente que está poniendo incluso cámaras en casa para poder vigilar a distancia cómo están los mayores", explica Valentín Calvín. Ese es un recurso excepcional, porque no es barato, pero se ha vuelto muy usual ya la compra de relojes o cadenas con GPS y que llevan una cámara incorporada. La asistente social de Afalu cuenta que esos sistemas de vigilancia se adquieren por unos cien euros y permiten obtener imágenes de dónde se encuentra el mayor, de tenerlo controlado.

Muchos mayores no quieren reconocer que necesitan ayuda o están perdiendo facultades y esos sistemas son una buena herramienta de control. A través del móvil, la familia puede consultar donde está el mayor y la aplicación informa si el anciano sale de su "circulo de seguridad".

Es usual la compra de relojes o cadenas con GPS y que llevan una cámara incorporada

RESIDENCIAS. Los sistemas de teleasistencia ofrecen un soporte para la seguridad de los mayores, pero no siempre atajan la soledad o los riesgos de vivir solos y las residencias son un recurso cada vez más habitual. Hay personas para las que es una especie de estigma, pero no es lo que percibe Montserrat Escudero, directora de la residencia Orpea, que cuenta que "la gente viene decidida, porque ve que lo necesita".

Escudero trabajó como médico de atención primaria y sabe lo que es ver a gente sola. "Había gente que la única visita que recibía era la mía", dice, a la vez que niega el mito de que en una residencia los ancianos acaben con frecuencia aislados de la familia. "El 80 por ciento de los residentes en Orpea reciben visitas a diario", asegura. "Por las tardes esto tiene más ambiente que la calle de la Reina", añade la directora del centro, que dice que en una ciudad pequeña, como Lugo, es fácil visitar a los mayores, sobre todo cuando no hay restricciones horarias, como ocurre en Orpea, explica.

Defiende, a la vez, que los mayores ganan calidad de vida y eso les permite vidas no solo más plenas, sino más largas. "La media de edad era antes de unos 85 años y ahora es ya de unos 95 y ha habido usuarios de más de cien", detalla para sostener su argumento.

"Los cuidados alargan la vida", sostiene y, como Calvín, dice que en casa mucha gente deja de cocinar o de cuidarse y que la vida en la residencia garantiza y una vida social que les ayuda a ellos y a las familias.

Unas 24 muertes en soledad 
Al menos 24 personas mayores que vivían solas fueron encontradas muertas en sus casas en 2019 en Galicia, según la Fundación Amigos de Galicia. 

Mayores en cifras 
En Galicia viven solas unas 120.000 personas de más de 65 años. En Lugo hay 21.477 personas que superan los 65 anos, lo que supone el 21,6% de la población. Es un grado de envejecimiento que supone un desafío asistencial. 

Realidad europea 
El fenómeno es europeo y se calcula que la atención a los mayores moverá en cinco años 5,7 billones de euros en Europa.