Una agencia de detectives investigó a la banda de sextorsión previamente a su detención

Realizó grabaciones del cerebro de la red y de otro implicado cuando trataban de efectuar cobros a las víctimas

José López Riopedre, director del despacho Riopedre abogados y detectives privados. A.C.
photo_camera José López Riopedre, director del despacho Riopedre abogados y detectives privados. A.C.

Una agencia de detectives privados investigó desde hace casi un mes al cerebro y a su mano derecha de la banda de sextorsión que fue desarticulada el pasado viernes en la capital lucense, tras presuntamente estafar 60.000 euros a los padres de un lucense al que chantajeaban con "empapelar" la ciudad con fotos suyas "en pelotas".

Los detectives de la agencia grabaron la reunión que mantuvieron el pasado jueves, en una cafetería del centro de la ciudad, el cabecilla del grupo y su lugarteniente -ambos porteros de un céntrico pub de Lugo con antecedentes penales por delitos violentos- con la madre de la víctima para que hiciese una nueva entrega de 7.000 euros -le exigieron otra de 13.000 para mediados de diciembre-.

Esos 60.000 euros que pagó el matrimonio de avanzada edad, atemorizado porque creía que corría peligro la vida de su único hijo, eran "los ahorros de casi toda su vida", según asegura el director del despacho que realizó la investigación privada, José López Riopedre.

Tras desembolsar a plazos esa fuerte suma de dinero, los padres acudieron a mediados del mes pasado a este despacho de la capital lucense porque ya no las tenían todas consigo. No sabían que el origen de la extorsión a su hijo era de contenido sexual. Este había enviado por redes sociales fotos desnudo a una miembro de la banda, una excamarera del mismo pub, J.V.V., de 27 años.

Los padres explicaron a los detectives que las primeras entregas las realizaron tras las amenazas telefónicas que recibieron de una persona que se hacía pasar por un tal Dimitri, que decía ser dueño de un burdel en el que aseguraba que su hijo había dejado una elevada deuda.

La banda cambió después su estrategia. Intensificó la agrevisidad y ya el interlocutor era José, el prestamista, que decía que la víctima había contraído deudas en salas de juego de Lugo y en conocidas páginas de póker en internet.

VÍCTIMA PROPICIATORIA. López Riopedre considera que el extorsionado, al que define como "muy trabajador, familiar y que nunca le dio un problema a sus padres, con los que se lleva muy bien", reúne "el perfil de víctima" de este tipo de delitos por "su vulnerabilidad", debido a que es "una persona cohibida, con pocas relaciones sociales y muy dependiente de la redes sociales".

Lo primero que hicieron los detectives privados fue hacer un seguimiento a la víctima. Vieron como acudió al pub del centro de Lugo en donde trabajaban como porteros el cerebro de la banda, E.F.M. de 36 años y nacionalidad argentina, que ingresó en la prisión de Bonxe, y su mano derecha, J.S.F.S., de 28 y uruguayo, que deberá personarse los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado.

Cuando se encuentra con ellos, que decían ser sus amigos, el chantajeado "se muestra sumiso" y ambos "lo vacilan en público y se burlan de él", según detalla López Riopedre.

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