Afrontan 4 años por vender droga en su piso a varios menores y lo niegan

Declararon que las personas que entraban y salían continuamente de su edificio, en Lamas de Prado, "iban a casa de las vecinas" y que en su domicilio recibían únicamente visitas "de la familia"
Los tres acusados, en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo. P.V.
photo_camera Los tres acusados, ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo.

Un matrimonio y un amigo de ambos se sentaron este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Lugo por vender supuestamente droga a menores de edad en su vivienda de la capital lucense, unos hechos por los que se enfrentan a sendas penas de cuatro años y medio de cárcel. Los acusados, que vivían en el mismo piso, negaron los hechos y aseguraron que el trasiego de personas que la Policía Nacional observó entrando y saliendo del inmueble no se dirigía a comprar estupefacientes a su domicilio. "Iban a casa de unas vecinas, no a la nuestra. Nosotros solamente recibíamos visitas de la familia", señalaron.

Según reza el escrito de acusación del ministerio fiscal, en los meses de enero y febrero de 2018, la pareja –J.G.J. y M.A.R.M.– residían en un piso de la calle Lamas de Prado, donde supuestamente "se venían dedicando a la venta de sustancias estupefacientes. En esos trapicheos también participaba supuestamente el otro acusado con iniciales C.A.V.L. que compartía domicilio con el matrimonio y sus cuatro hijos. La acusación pública mantiene que los acusados traficaban con cocaína y hachís y que "la venta se realizaba de forma indiscriminada entre mayores y menores de edad, si bien solo de resina de cannabis respecto de estos últimos", explica.

La Policía Nacional tuvo conocimiento de estos hechos y montó un dispositivo de vigilancia en la zona. Según explicó en aquel momento el portavoz policial, los efectivos del Grupo I de la brigada provincial de la Policía Judicial abrieron una investigación, en la que resultó fundamental la colaboración ciudadana.

Los vecinos comunicaron a las fuerzas del orden que sospechaban que en una vivienda de la Rúa Lamas de Prado, en la zona próxima a las Casas Sindicales, se trapicheaba con droga. Los investigadores montaron un dispositivo de vigilancia en los alrededores del inmueble e interceptaron a varias personas "que entraban y salían de la vivienda tras adquirir droga". Los agentes interceptaron a varios compradores y además realizaron un registro en el piso, en el que requisaron 860 euros en billetes fraccionados, una navaja con restos de hachís, una cuchara de plástico con restos de cocaína, varias bolsas de plástico transparente y una bolsa con diversos recortes plásticos. También localizaron 16 bolsitas termos selladas con cocaína y varios trozos de resina de cannabis.

Sobre el registro, los dos hombres reconocieron que consumían droga, pero insistieron en que no traficaban con ella. El matrimonio señaló que los estupefacientes eran del otro acusado y que no sabían que tenía droga en el domicilio que no fuera para su propio consumo. "Mi sobrino nos dijo que vivía en la calle", explicó J.G.J., "y nos pidió si se podía quedar un día a dormir en nuestra casa. Le dijimos que sí, pero lo fuimos conociendo y ya se quedó. Cuando fue el registro de la Policía ya llevaba viviendo allí dos años. A veces me invitaba a mí a cocaína o a fumar hachís, pero yo nunca le vi vendiendo droga en casa ni en ningún sitio".

La Fiscalía considera que los tres acusados son autores de un delito contra la salud pública, por el que solicita cuatro años y medio de cárcel y 800 euros de multa.