Decía que tenía contactos e información privilegiada para adquirir vehículos a precios económicos en las subastas públicas que se celebraban en la comandancia de la Guardia Civil de Lugo. Con ese gancho captó a dos clientes. A uno presuntamente le estafó 5.255 euros para adquirir un BMW 335 y un Nissan Navarra y 1.850 euros a otro por hacerse con una Audi A-4.
Este pontevedrés se sentó este martes en el banquillo de los acusados del juzgado de lo Penal número 1 de Lugo para responder por un delito continuado de estafa. Declaró que el dinero que le entregaron no fue para la compra de vehículos sino para la de perros de caza y para su adiestramiento porque él es criador. Las víctimas reiteraron que le hicieron esos abonos, que ascendieron a 7.105 euros en total, para adquirir tres turismos.
El ministerio fiscal solicitó para el acusado una pena de tres años de prisión. Le aplicó el agravante de reincidente porque cuenta en su currículo con dos condenas de juzgados de la provincia de Pontevedra por hechos similares.
El abogado defensor pidió su libre absolución y, si es condenado, que le apliquen la atenuante de dilaciones indebidas porque el caso data de finales de 2015.
