Adiós al restaurante Verruga tras 64 años

El restaurante cerrará el 31 de diciembre, al jubilarse su propietaria, Miluca Real. Fue durante décadas referente de la cocina lucense
Restaurante Verruga
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El restaurante Verruga, una de las referencias de la restauración lucense y de guías nacionales, echará la llave el 31 de diciembre tras 64 años en manos de la familia Real, aunque dejará de servir mesas a mediados de ese mes, para dar las últimas vacaciones a su personal.

El emblemático establecimiento de la Rúa Cruz cerrará por jubilación de su propietaria, Miluca Real. Sus padres, Cándido Real y Emilia Vázquez, iniciaron el negocio el 1 de abril de 1951, gracias a un préstamo de 45.000 pesetas que Emilia pidió para traspasar la tasca y que devolvió solo un año después. El matrimonio mantuvo el nombre con el que era conocido el local, por una verruga que tenía el anterior dueño en la cara.

El Verruga era entonces un bar con suelo de madera y de tierra prensada. En 1952 empezó a dar comidas. Se cuenta que, en esa década, si las amas de casa de Lugo querían comprar lo mejor que había en la plaza tenían que llegar antes que Emilia. La calidad del producto y de los fogones -de carbón hasta no hace demasiados años- fue una seña de identidad que el Verruga supo mantener década tras década, renunciando a la llamada nueva cocina.

El restaurante sí sufrió progresivas reformas físicas, para ir adaptándose a los tiempos, aunque la familia Real tampoco siguió el camino de otros hosteleros, que en un momento dado decidieron expandirse y hacer grandes salones para eventos. El Verruga mantuvo su pequeño comedor con el fin de no perder su forma de trabajar. Al frente de la cocina estuvo durante décadas Emilia, reputada cocinera cuyos platos, en algún caso, dieron lugar a jornadas gastronómicas, como las de los Callos de Doña Emilia. En 1988, la Xunta le concedió la Medalla de Galicia. Años antes, en 1969, el restaurante ya había obtenido la Placa al Mérito Turístico.

El relevo, a cargo de Miluca y Luis Latore, comenzó en los setenta. Por las mesas del Verruga pasaron todo tipo de celebridades, desde Rocío Jurado y Antonio Gala a Charlton Heston, entre muchos otros. Algunos empleados del Verruga acabaron montando sus negocios. Los nueve actuales, algunos muy veteranos, conocieron ayer la noticia del cierre.