Lo acusan de conducción temeraria en Lugo y culpa a alguien de quien no se acuerda

"Ese día conducía un amigo, pero no sé cuál era porque solíamos prestarnos los coches unos a otros", dijo
Varios testigos vieron derrapar el coche en la zona de Garabolos. SENANDE
photo_camera Varios testigos vieron derrapar el coche en la zona de Garabolos. SENANDE

El juzgado de lo Penal número 2 de Lugo celebró este lunes un juicio contra un joven acusado de conducir con el carné retirado y de forma temeraria por la zona de Garabolos. El chico -que se enfrenta a una condena de 17 meses de cárcel y cuatro años de retirada de carné- negó los hechos en la vista y alegó que él no era conductor del vehículo. "Yo sabía que no podía conducir porque había perdido todos los puntos. Ese día iba en el coche y conducía un amigo, aunque no recuerdo cuál era, ya que nos gusta el tuning y solíamos dejarnos los coches unos a otros para probarlos. Yo viajaba de acompañante, junto con otras dos chicas", declaró

El ministerio fiscal, sin embargo, considera probado que el acusado conducía el coche. Según relata en su escrito de conclusiones, sobre las diez de la noche del 7 de septiembre de 2018, el chico conducía su turismo "a gran velocidad" por la ciudad de Lugo, concretamente "por la zona de la Avenida da Coruña, Ronda Norte, Medusa, Garabolos, Flor de Malva y calles adyacentes".

La Fiscalía pide para el acusado 17 meses de cárcel y 4 años de retirada de carné

El joven conducía el vehículo "acelerando violentamente, haciendo trompos, derrapes y adelantando a varios vehículos de forma temeraria, repitiendo este tipo de acciones en varias ocasiones y estando a punto de colisionar contra una isleta". La acusación pública alega que este tipo de conducción suponía "un peligro evidente y concreto para las dos personas que viajaban en el vehículo con el encausado, para el resto de vehículos circulantes, y para la vida e integridad física de los viandantes".

La Fiscalía señaló que esta conducta fue presenciada por varios ciudadanos, que realizaron numerosas llamadas, tanto al 112, como a las centralitas de la Policía Nacional y Local. Según explicó en el juicio el agente que atendió las llamadas al 092, "las personas que llamaban señalaban que había un vehículo circulando a gran velocidad y que varios viandantes habían tenido que apartarse a su paso para no resultar atropellados". Tras recibir los avisos, varias patrullas se trasladaron hasta el lugar y localizaron al presunto conductor.

El el transcurso del juicio declararon también dos personas que, según afirmaron, vieron al acusado al volante del coche. "Lo conocemos porque es vecino de la zona y dio varias vueltas por el mismo sitio haciendo trompos, por lo que no tenemos ninguna duda de que conducía él", señalaron. El acusado, por su parte, explicó que tenía "muy mala" relación con los dos testigos y achacó la acusación a viejas rencillas.

Tras escuchar a los testigos, la fiscal mantuvo su acusación por dos delitos contra la seguridad vial: uno por conducir con el carné retirado y otro por circular de forma temeraria. El letrado de la defensa, por su parte, solicitó la absolución y explicó que la conducción temeraria es una conducta castigada en la vía administrativa y que en este caso no concurren las circunstancias para castigarlo en el ámbito penal. El juicio quedó visto para sentencia.