Tres hombres, vecinos de la capital lucense, se sentaron el martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Lugo para ser juzgados por traficar con drogas y surtir a varios narcopisos, una actividad que todos ellos negaron. Los tres imputados alegaron ante el tribunal que eran consumidores de sustancias estupefacientes y que la droga que les requisó la Policía Nacional -varios gramos de cannabis, cocaína y heroína- era únicamente para consumo propio. "Nunca vendimos nada; era todo para nosotros", declararon.
Los tres acusados fueron detenidos en septiembre de 2020 tras varios meses de investigación policial. Varios de ellos fueron sorprendidos cuando viajaban por la capital en un turismo, en el que se habían desplazado hasta Ferrol para comprar droga. Una vez cerrado el operativo, el portavoz de las fuerzas y cuerpos de seguridad explicó que los presuntos traficantes usaban para la venta de la droga varios narcopisos, viviendas a las que acudían de forma habitual los toxicómanos para comprar estupefacientes y también para consumir las sustancias sin necesidad de salir a la calle.
Según explicó entonces la Policía Nacional, esos lugares suponían "un grave problema de salud publica", dado que a los efectos de las drogas se sumaba el hecho de que "numerosos toxicómanos estaban al mismo tiempo en habitaciones muy pequeñas, hacinados y fumando, de forma que compartían espacio en unas condiciones de salubridad nulas". Los narcopisos que dieron por desmantelados los agentes estaban ubicados en la zona de Fonte dos ranchos y en Lamas de Prado, donde ya se habían producido quejas vecinales por la presencia constante de toxicómanos en el barrio.
Uno de los acusados reconoció que vivía "de okupa" en un piso de la Rúa Chantada, pero aseguró que nunca vendió droga en la vivienda. "Llevo consumiendo 25 años y todo lo que tenía era para mí", insistió. Otro de los imputados contó que tan solo unas semanas después de su arresto ingresó en un centro de desintoxicación y sigue a tratamiento.
La Fiscalía solicita penas de 4 años y medio de cárcel
El ministerio público acusa a los imputados de un delito contra la salud pública, en la modalidad de drogas que causan grave daño a la salud, y solicita para ellos sendas penas de cuatro y años y medio de prisión, así como multas de 5.000 euros. Las defensas, por su parte, piden la libre absolución, al entender que no quedó acreditado que los acusados —que reconocieron que eran toxicómanos—, traficasen con estupefacientes.
El ministerio fiscal acusa por estos hechos a una cuarta persona, que el martes no se presentó al juicio. Acusación y defensas solicitaron la suspensión de la vista oral, pero el tribunal acordó celebrar el juicio con los otros tres acusados y que el otro hombre —que afronta la misma condena— sea juzgado cuando las fuerzas y cuerpos de seguridad logren localizarlo.
