Un acuerdo rebaja de 10 a dos años la pena al cabecilla de la red de sexting

Los otros cinco acusados aceptaron condenas inferiores y le devolverán a la víctima sus 58.700 euros
Sede de la Audiencia Provincial de Lugo. AEP
photo_camera Sede de la Audiencia Provincial de Lugo. AEP

Un acuerdo entre las partes permitió este lunes rebajar la condena al cabecilla de la red de sexting que le estafó 58.700 euros a un lucense. El acusado se enfrentaba a diez años de prisión, pero reconoció los hechos en la Audiencia Provincial de Lugo y aceptó dos años de cárcel y una multa.

Los otros cinco acusados -tres hombres y una mujer- también se declararon culpables y pactaron penas de entre un año y 18 meses de prisión. Los seis integrantes de la organización se comprometieron también a devolver el dinero que le estafaron a la víctima para poder beneficiarse de la suspensión de pena y no tener que ingresar en un centro penitenciario.

Según quedó recogido en el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, el cabecilla del grupo urdió un plan para aprovecharse de la víctima después de haberse ganado su confianza. Así, en el año 2013, le presentó a una de las acusadas, quien empezó a comunicarse con él por la red social Facebook y consiguió que le enviase fotos suyas desnudo.

Posteriormente, la mujer le pidió 100 euros y el hombre se los envió, por lo que ella le siguió pidiendo dinero y consiguió que le entregase 200 euros mensuales durante ocho meses, desde octubre de 2016 hasta mayo de 2017, "entregas en las que hacía de intermediario el cabecilla".

En agosto de 2019, la mujer le dijo a la víctima que su madre se había enterado de muchas cosas de él y que no iba a contárselas a sus padres si llegaban a un acuerdo económico.

Igualmente, en septiembre de 2018, el cabecilla de la trama creó un perfil falso en Facebook y consiguió que la víctima le enviase fotos suyas desnudo. Acto seguido, le exigió dinero para no difundirlas y le dijo que, si no le pagaba, iba a "empapelar Lugo y Galicia" con ellas y las llevaría a un canal de televisión.

El hombre le envió un mensaje amenazante en el que le decía: !Mira gilipollas, tengo tus fotos. Vamos a hacer lo siguiente: págame 20.000 y no lo hago. Te tengo cogido por los huevos. Dos pagos de 20.000".

Por esas mismas fechas, el acusado le presentó a la víctima a la otra acusada, quien también logró que el hombre, en el marco de una conversación de contenido sexual a través de Whatsapp, le enviase fotos desnudo. Tras recibirlas, la mujer le exigió que le entregase 10.000 euros si no quería que le enseñase las fotos a sus padres.

La Fiscalía narró también otro episodio en el que una de las acusadas le dijo a la víctima que su expareja le había amenazado con quitarle la custodia de los niños porque había visto las fotos que le había enviado desnudo, por lo que tenía que pagarle.

Ante todas estas exigencias, el acusado habló con sus progenitores y les hizo creer que había contraído múltiples deudas de juego y en prostíbulos, "con gente peligrosa" que amenazaba con matarle. Para intimidar a la familia, el cabecilla logró que los otros acusados se hiciesen pasar por un prestamista y por un hombre de nacionalidad rusa y le dijeran a los padres de la víctima que iban a matar a su hijo y a causarles daño a ellos si no pagaban las presuntas deudas.

Atemorizados por estas amenazas, los progenitores del afectado llegaron a pagarle a los miembros de la organización un total de 58.700 euros, "que constituían la casi totalidad de los ahorros de toda su vida".

Organización: el cerebro de la trama era portero en un céntrico pub
La operación de la Policía Nacional que desarticuló la red de sextorsión se llevó a cabo en noviembre de 2018 y en un primero momento fueron detenidas cuatro personas: una joven de 27 años de origen español; un hombre de 39 años, también español; un hombre de 28 años, natural de Uruguay, y otro hombre de 36 años, de origen argentino.

Este último era el cabecilla de la red y trabajaba como portero en un céntrico pub de la capital, al igual que el otro detenido. La joven arrestada había sido camarera en el mismo establecimiento de hostelería. Posteriormente fueron detenidas otras dos personas, que también colaboraron en la extorsión. Antes de los arrestos, la red fue investigada por una agencia de detectives de la capital

Mafias de Costa de Marfil

Tal y como explicó entonces la Policía Nacional de la capital lucense, la mayoría de los casos de sextorsión que se había detectado en Lugo hasta ese momento habían sido llevados a cabo por mafias de Costa de Marfil, ya que en ese país existen organizaciones especializadas en este tipo de hechos delictivos.

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