Actividad al ralentí con incertidumbre

Los polígonos de O Ceao y As Gándaras, en los que están asentadas unas 350 empresas con unos 5.000 trabajadores, registraron el lunes una actividad inferior al 20%, según la patronal
En los polígonos de O Ceao y As Gándaras la actividad se redujo. SEBAS SENANDE
photo_camera En los polígonos de O Ceao y As Gándaras la actividad se redujo. SEBAS SENANDE

Los teléfonos de las diferentes asociaciones de empresarios y de las asesorías lucenses echaban este lunes humo. Las consultas se atropellaban ante las dudas que sembraba en los autónomos el real decreto publicado casi en la medianoche del domingo, que recoge las actividades consideradas esenciales que se pueden seguir prestando.

“Tuvimos a cuatro personas al teléfono todo el día solo para atender consultas”, explicaba este lunes Luis Abelleira, que preside la Asociación Provincial de Reparación y Venta de Automóviles y Recambios (Aprevar), que agrupa a más de medio millar de empresas lucenses que dan trabajo a unas 7.000 personas.

Los talleres que se dedican a la reparación de maquinaria agrícola y vehículos de transporte y de servicios de emergencias y policiales atendieron este lunes de puertas para dentro. Los de particulares no.

Luis Abelleira, que indicaba que este es “un sector bastante afectado” por el nuevo escenario decretado, advertía de que la situación es “crítica”. Añadía que “nadie tiene la culpa de esta desgracia, pero algunos empresarios del sector se quedarán por el camino”.

El presidente de la Asociación de Empresarios de O Ceao y As Gándaras aseguraba que “lo principal es la salud”

PULMONES INDUSTRIALES. El espejo del ralentí fabril en Lugo fue el polígono industrial de O Ceao y su vecino, el parque empresarial de As Gándaras. “Si la semana pasada no estábamos ni al 40% de actividad, en esta no llegamos ni al 20%”, afirmaba este lunes Francisco Dorado, que preside la asociación que agrupa a patronos de ambos pulmones empresariales, en donde están ubicadas unas 350 empresas que dan trabajo a unas 5.000 personas.

Francisco Dorado, que criticaba la “falta de previsión” del Ejecutivo central para adoptar esta medida, afirmaba que la situación “pinta mal” y que su graduación irá en función del tiempo que se tarde en volver a la actividad. “Un mes se soporta. Si dura dos sería tremendo. Si ya son tres, el caos”, apuntaba.

Aún así, el presidente de la Asociación de Empresarios de O Ceao y As Gándaras aseguraba que “lo principal es la salud”. “Ya tendremos tiempo de pensar qué va a pasar. No somos adivinos”, decía.

SIDEROMETALURGIA. En los dos principales polígonos industriales de la capital lucense abundan las empresas siderometalúrgicas, otro de los sectores más afectados por este repentino cese de actividad. En la provincia hay más de 700, la mitad en Lugo y municipios limítrofes, que dan trabajo a unas 3.500 personas —en esta relación no entra Alcoa, ni sus auxiliares—.

“Nos pilló todo por sorpresa. Esto no se puede hacer de un día para otro. Habría que dejar un margen de maniobra de 24 o 48 horas”, precisaba Víctor Ferreiro

El portavoz de la Asociación Provincial de Comerciantes e Industriales del Metal de Lugo, Víctor Ferreiro, afirmaba que si la situación en este sector “ya estaba fastidiada”, la decisión adoptaba el pasado fin de semana “la acaba de rematar”.

“Nos pilló todo por sorpresa. Esto no se puede hacer de un día para otro. Habría que dejar un margen de maniobra de 24 o 48 horas”, precisaba Víctor Ferreiro, que requería ese plazo para poder dejar preparada la maquinaria ante las jornadas sin funcionar que se avecinan o para devolver el material que tienen alquilado.

Este empresario mostró también su preocupación porque augura que cuando vuelvan a reanudar la actividad precisarán “uno o dos días” para ponerse en marcha.

Por tanto, desde esta asociación se precisaba que, por ejemplo, escayolistas, fontaneros o carpinteros, que sean autónomos, sí podían acudir a una obra a continuar con sus labores

CONSTRUCCIÓN. El sector que a priori tenía que parar casi al 100% era el de la construcción, que en la provincia de Lugo cuenta con unas 1.200 empresas que dan trabajo a unas 4.000 personas. Sin embargo, no fue así. Su patronal, la Apec, aclaraba este lunes que, mientras que no se modifique el real decreto publicado el pasado domingo por la noche, los autónomos sí podrán seguir trabajando ya que, según puntualiza, esa norma alude a los trabajadores por cuenta ajena, pero no a los que son por cuenta propia.

Por tanto, desde esta asociación se precisaba que, por ejemplo, escayolistas, fontaneros o carpinteros, que sean autónomos, sí podían acudir a una obra a continuar con sus labores, pero no sus empleados.

Desde la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción también se cuestionaba la forma de actuar del Gobierno central. “Si hay que parar, se para, pero de una forma ordenada”, señalaba esta patronal.

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