Un hombre de 32 años de edad -con iniciales S.G.M.F.- aceptó una condena de seis meses de prisión por cometer un robo en una vivienda de la zona rural de Lugo y apoderarse de un televisor y de dos pequeños electrodomésticos.
El robo tuvo lugar sobre las seis de la tarde del 29 de octubre de 2016, cuando el acusado, "puesto de común acuerdo con otras personas no identificadas", saltaron el muro perimetral que rodeaba una vivienda de Santa María de Adai y forzaron la puerta de acceso a la casa. Según explicó el ministerio fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, el acusado y sus compinches arrancaron la manilla, pero no lograron abrir la puerta, por lo que finalmente accedieron al interior del inmueble a través de una ventana, "previo forzamiento de la persiana y desmontaje de una hoja de cristal", precisó.
Una vez dentro de la casa, el acusado se apoderó de un televisor de 32 pulgadas, una tostadora y una cafetera monodosis. Los artículos robados fueron valorados en un total de 229,22 euros, mientras que los daños ocasionados en los accesos a la vivienda se tasaron en 159,83 euros.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad detuvieron al hombre y el ministerio fiscal lo acusó de un delito de robo con fuerza en las cosas en casa habitada. El acusado ya tenía a sus espaldas otras condenas por hurto y por conducción temeraria.
El ministerio fiscal solicitó inicialmente para el acusado una condena de tres años de prisión. Sin embargo, las partes llegaron a un acuerdo en pasado martes en el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, por lo que el acusado reconoció los hechos y aceptó una condena de seis meses de cárcel, muy inferior a la que le pedían. De este modo, el juicio ya no llegó a celebrarse.
Además de la pena de prisión, el acusado tendrá que indemnizar a los propietarios de la vivienda afectada en la cantidad de 389,05 euros por los daños ocasionados en la casa y por los artículos robados, ya que no fueron recuperados por sus propietarios. Las partes manifestaron su intención de no recurrir el fallo, por lo que la sentencia ya es firme.
