Acaba con la cara rota tras concertar una cita a ciegas a través de internet

El marido de la mujer con la que había quedado lo agredió tras pillarlo en su dormitorio

Juzgados de Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Juzgados de Lugo. XESÚS PONTE

Las citas a ciegas concertadas a través de las páginas de contactos de internet no siempre tienen un final feliz. Eso es lo que le pasó a un lucense, de 55 años, que, tras ligar en la red, acabó con la cara rota en la cama de su amante, tras propinarle un puñetazo el marido de esta.

La Fiscalía solicita para el presunto agresor una condena de un año y nueve meses de prisión por un delito de lesiones y además que indemnice a la víctima con casi 4.000 euros por los daños y secuelas producidos. El juicio está pendiente de fecha.

Los hechos tuvieron lugar hace dos años en un domicilio del barrio de A Piringalla, en la capital lucense. La víctima pasó la noche en el domicilio de la mujer a la que había conocido chateando en internet, que le dijo que estaba separada.

Tras una apasionada noche, el denunciante tuvo un brusco despertar. En su declaración, asegura que un hombre "muy corpulento", de "unos dos metros de altura", estrelló un puño contra su cara y le partió el arco cigomático, un hueso próximo a la órbita ocular.

El agredido aseguró en su denuncia que todo fue una "treta o artimaña" de la mujer, que, a su juicio, lo utilizó para "poner celoso" a su marido

Con más miedo que dolor en el cuerpo, la víctima, en paños menores, salió por piernas del inmueble, se vistió apresuradamente en el ascensor y ganó tan pronto como pudo la calle para continuar su huida.

Utilizó de nuevo una red social, WhatsApp, para enviar mensajes a la mujer para comprobar en qué estado se encontraba, preocupado porque esta también hubiese sufrido en sus carnes la ira de su marido y para acudir a comisaría a denunciar. No dio contactado hasta horas después y ella le aseguró que su pareja, con el que lleva 32 años casada, no le agredió en ningún momento.

La víctima fue atendida en el hospital Lucus Augusti (Hula) y después fue trasladada en ambulancia al hospital de A Coruña (Chuac) para ser sometido a una breve operación maxilofacial. Al día siguiente recibía el alta y posteriormente presentaba denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Lugo.

UNA ARTIMAÑA. El agredido aseguró en su denuncia que todo fue una "treta o artimaña" de la mujer, que, a su juicio, lo utilizó para "poner celoso" a su marido y que estaban "compinchados", aunque no sabe por qué. Pese a las lesiones sufridas, la víctima se siente afortunado porque considera que lo pudo "haber matado", ya que, según declaró, el presunto agresor tenía dos escopetas de caza guardadas en el armero de su casa.

En su declaración judicial, la mujer aseguró que vio forcejear a los dos hombres, pero no que se llegase a producir la agresión.

Mientras, el marido dijo que, tras pernoctar en casa de sus padres octogenarios, cuidándolos, llegó a su domicilio y se encontró a un hombre "en calzoncillos" en su dormitorio. No sabe si le llegó a agredir. Lo siguiente que recuerda, según el testimonio que prestó en el juzgado, fue estar "llorando en la cocina con su mujer al lado".

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