La propietaria de un turismo que provocó este lunes un accidente en A Piringalla se presentó en el lugar del suceso cuando la grúa retiraba el coche y contó que se lo habían robado. Sin embargo, varios testigos de la colisión aseguraron que era la mujer quien conducía el vehículo y que se había marchado tras el impacto, por lo que la Policía la apunta como causante del siniestro.
El accidente tuvo lugar poco antes de las once de la mañana en la calle Angelo Colocci, en el barrio de A Piringalla. Según explicó el portavoz policial, la conductora -una lucense de 32 años con iniciales N.N.L.- conducía su turismo en por la calle Santo Graal y al realizar un giro a la izquierda hacia Angelo Colocci cruzó la mediana y colisionó contra un turismo que iba circulando. Además, golpeó a otro vehículo que se encontraba estacionado y acabó empotrándose contra la fachada de un inmueble.
La mujer, que resultó ilesa, se bajó del vehículo -con placas de matrícula C-1898-BBT- y se marchó del lugar. Sin embargo, poco después, cuando la grúa se encontraba retirando el coche en presencia de la Policía Local, la mujer se presentó en el lugar del accidente y les dijo a los agentes que era la dueña del coche y que se lo habían robado. Su versión, sin embargo, resultó poco creíble, ya que la colisión fue presenciada por varias personas y todos los testigos la identificaron como la persona que iba al volante del vehículo cuando se accidentó.
SEGURIDAD. La colisión levantó gran expectación en la zona y vecinos y transeúntes aprovecharon la ocasión para denunciar «la falta de seguridad vial» que existe en el barrio.
Según afirman, los vehículos circulan a menudo por la zona a gran velocidad, llegando en ocasiones a utilizar las calles "como un verdadero circuito de carreras". De hecho, en los últimos meses se registraron varios accidentes y los vecinos temen que se produzcan incidentes de gravedad.
"Hasta ahora hubo suerte y no falleció nadie, pero esto es un peligro. Hoy mismo", comentaba una viandante, "este coche cruzó la calzada y se subió a la acera sin ningún tipo de control. Si en ese momento pasa por allí un niño, o un adulto, no lo cuentan".
Los afectados exigen al Concello que tome medidas para evitar accidentes. "Tenían que poner bandas o tomar otras medidas, pero lo que está claro es que no se pueden quedar de brazos cruzados", apuntan.
