Adiós a la imbatibilidad. Un verano y siete jornadas después, Luis Milla conoció la mala experiencia de caer derrotado como técnico del Lugo. Lo hizo en Pamplona, ante Osasuna, frente al líder y de forma estrepitosa. No era una salida asequible, aunque nadie esperaba un marcador tan abultado a pesar del pelaje del rival.
El 4-0 final no refleja la diferencia que existe entre ambos equipos, ni siquiera la que se vio este domingo en el césped de El Sadar. Emergió la figura de Piñeiro Crespo. No jugaba en el conjunto rojillo. Tampoco en el Lugo. Era el colegiado, pero fue decisivo al final. Dos penaltis en contra de los lucenses, el primero muy discutible y el segundo con un posible fuera de juego de Nino en el origen de la jugada. Entre medias, un tanto de Roberto Torres para que el partido estuviese muerto en 40 minutos.
4-0. El Lugo dice adiós a su condición de invicto
Luis Milla perdió por vez primera con el conjunto rojiblanco desde su llegada en verano y lo hizo con una goleada ante el Osasuna. El colegiado Piñeiro Crespo fue muy protestado por los rojiblancos al pitar dos penaltis dudosos y expulsar con roja directa al central Carlos Hernández
