Las 13 licencias VTC no inquietan de momento a los taxistas lucenses

El colectivo sí alerta de los riesgos de la desregulación y habla de "incertidumbre" ante los casos de abusos legales en otras regiones
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photo_camera Luis Castro Cupeiro y Miguel Ángel Lostre. SEBAS SENANDE

El boom de las VTC llegará más pronto que tarde a Lugo, pero de momento no es una situación que cause quebraderos de cabeza dentro del colectivo taxista lucense. Según datos ofrecidos por la Consellería de Infraestruturas, a fecha de 2 de julio en la provincia se han registrado un total de 13 licencias de Vehículo de Transporte con Conductor, y, aunque ninguna opera todavía, el dato indica que el desembarco de esta nueva forma de transporte es real y será una imagen habitual en nuestras calles a medio plazo.

"Afortunadamente, de momento no es un nicho goloso", reconoce Luis Castro Cupeiro, presidente de la Asociación Provincial del Taxi de Lugo. La tranquilidad existe, pero también preocupación por la desregulación en la que ha navegado el sector de los vehículos de alquiler con conductor en otras comunidades autónomas. "Antes convivíamos con las VTC sin ningún problema. Estaban creadas como turismo de garaje. Te contratan, haces el servicio y vuelves a tu garaje. El problema son los lobbys que siempre han trabajado en un vacío legal o en una no comprensión de la ley para aprovecharse de ello y campar libremente haciendo un daño exacerbado al taxista y al usuario".

Luis Castro se refiere, entre otras situaciones, a la subida o bajada de precios en función de la demanda, a no respetar el ratio de 1/30 -una licencia VTC por cada 30 licencias de taxi- o la precontratación con antelación -en ciudades como Barcelona se ha fijado en 60 minutos-. "Si hay un evento y ven falta de taxis, una carrera que normalmente cuesta 20 euros, ellos la pueden cobrar a 60, 70, 80, 90 o 100, según les cuadre".

"Ahí es donde juegan", apunta Miguel Ángel Lostre, presidente de Radiotaxi Lugo. "Pueden hacer ofertas y abaratamiento de servicio. Si no hay demanda, abaratan un 25 o 30%, pero cuando exista demanda de nuevo, el precio se dispara. Eso nosotros no lo podemos hacer porque estamos regulados, la ley no nos lo permite. Un recorrido específico te va a costar lo mismo hoy o mañana. Con una VTC te puedes llevar sorpresas de un día para otro".

Pese a que de momento no operan, tanto Lostre como Castro consideran elevada la cifra de 13 licencias en la provincia. "Son muchas. La demanda en Lugo no es demasiado alta. Cuando entren los VTC nos perjudicamos todos. Lugo no tiene aeropuerto, no tiene puerto, tiene algo de turismo, unos pocos hoteles y una poca industria. No sé hasta qué punto ven negocio en Lugo. Pero lo ven", dice Lostre.

"Lo ven porque buscan aprovecharse de la desregulación y de la precarización del sector", sostiene Luis Castro. "De ahí la aprobación de las matrículas azules, para identificarnos como servicio público, legal. El problema es que la gente no se fija y nos pregunta por qué llevamos la matrícula azul. No existe información al usuario y eso genera desprotección".

Una desprotección que no solo aprovechan los vehículos VTC. También los coches "piratas" y los casos de taxistas jubilados que siguen haciendo uso de su cartera de clientes. "Por desgracia hay bastantes casos", reconocen ambos.

"El típico que se ofrece en un local nocturno y pacta cobrar cinco euros por persona. Si llevan a cinco personas pueden ganar 25 euros por un trayecto que normalmente cuesta diez. Sabemos de casos de gente que no tiene seguro y lo hace. O de gente que directamente no tiene ni carné de conducir", alerta Miguel Ángel Lostre.

Por eso, Luis Castro pide "vigilancia" por parte de las autoridades. "Necesitamos que nos echen una mano, pero no es solo a nosotros, es una ayuda al usuario, porque si le pasa algo está absolutamente desprotegido ante todo".

El intrusismo en el sector del taxi no se queda ahí. También existen casos de taxistas jubilados que mantienen su actividad con clientes de máxima confianza. "Es muy difícil de comprobar, pero sabemos que ocurre", dice el presidente de Radiotaxi. "Si les paran, el cliente no reconocerá que le están cobrando, dirá que es un amigo que le lleva a algún sitio y ya está".

En el caso de eventos multitudinarios, como pueden ser el Resurrection Fest, el Arde Lucus o el San Froilán, es habitual que taxis de otros ayuntamientos aprovechen paradas de influencia con overbooking de clientes para trabajar fuera de sus límites territoriales. "El cliente nunca se fija. Ve un taxi y se sube. Por desgracia existe gente que siempre busca aprovecharse de la situación".