010 de Lugo, ¿hay alguien ahí?

Cuatro trabajadoras atienden actualmente el servicio de atención telefónica del Concello, clave para lograr cita en cualquier servicio. La mitad de las llamadas no se atiende, dice el PP
El servicio se puso en marcha en 2005 y entonces empezó a funcionar en oficinas municipales. AEP
photo_camera El servicio se puso en marcha en 2005 y entonces empezó a funcionar en oficinas municipales. AEP

Cuatro trabajadoras atienden en estos momentos el teléfono 010 del Concello, un servicio que se ha convertido en clave porque todo ciudadano que quiera conseguir una cita para ser atendido en cualquier servicio municipal debe llamar previamente a ese número. Y no hay alternativas, como una centralita o una aplicación como la que usan otras administraciones para que los ciudadanos puedan gestionar sus citas.

El resultado de esa situación es el colapso del que se quejan cada vez más lucenses, que denuncian que deben que pasar horas llamando para conseguir ser atendido y que en ocasiones es imposible por esa vía conseguir una cita y ello con la presión de que deben cumplir plazos marcados por el propio Ayuntamiento.

La presión es importante y, como muestra, el servicio recibió el pasado mes 18.000 llamadas. Pero no todas se pueden atender, admiten en el entorno del servicio. El PP sostiene que el 50 por ciento de las llamadas no llegan a ser contestadas.

El gobierno local, en tanto, señala que la empresa está cumpliendo el contrato para dar el servicio que tiene adjudicado. El 010 funciona desde 2005 en Lugo.

En el servicio hay estrés por la cantidad de llamadas que hay que atender y por las circunstancias de la empresa que presta el servicio, Avento, cuya división de Lugo se vendió hace unos meses, provocando vacío e inestabilidad, hasta el punto de que los sindicatos asumen que no está claro quien está al frente de la empresa.

En medio de esas circunstancias, el gobierno local acordó hace unos días renovar el contrato para la prestación del servicio del 010. La renovación se hizo a pesar de que la empresa había comunicado el pasado mes de noviembre que renunciaba a la prórroga de ese servicio, por el que el Ayuntamiento paga 94.000 euros al año.

El Concello renovó el contrato y está pagando las facturas, pero entre el personal hay inquietud por la posibilidad de que esos pagos tengan que suspenderse si la empresa deja de cumplir con obligaciones tributarias y de pago de cotizaciones, algo que temen que ha empezado a ocurrir, aunque que haya trascendido hasta el momento, desde la venta de Avento la única denuncia pública contra la empresa fue por el impago de la extra de Navidad a trabajadores de otras divisiones de la firma en Lugo.