"Vi su navaja y pensé: 'Estoy apañado, me va a acribillar'"

Dos jubilados resuelven a navajazos y bastonazos sus diferencias por el tute

El Maruja Mallo es uno de los siete centros de convivencia que tiene el Concello de Lugo. Esa convivencia saltó momentáneamente por los aires el pasado lunes con la reyerta protagonizada, a media tarde, por dos usuarios que resolvieron las diferencias que mantenían por el tute a golpe de navaja y bastón.

Uno de ellos, José Antonio Fernández, que ese día cumplía 72 años, recibía presuntamente de su antagonista un navajazo en la cara. Una ambulancia lo trasladó al Punto de Atención Continuada (PAC) de Fingoi, en donde le dieron cinco puntos de sutura.

Su supuesto agresor, Armando López, de 82 años, tampoco salió bien parado. Sufrió una herida en la parte posterior de la cabeza con un bastón, de la que manaba sangre. También fue evacuado por una ambulancia, en este caso al Hula, en donde recibió el alta el propio lunes, tras ser atendido en el servicio de Urgencias.

José Antonio Fernández ofrecía ayer a este diario su versión de los hechos. Indicó que el altercado tuvo lugar en los aseos del centro Maruja Mallo, tras el encontronazo que arrastraban ambos jubilados «desde hacía tres días» por el tute. En el informe policial figura que el motivo de la disputa fue el dominó, pero José Antonio Fernández aclaraba ayer que no practica este juego de mesa con fichas.

El altercado tuvo lugar en los aseos del centro social Maruja Mallo el pasado lunes, día en que uno de los heridos cumplió 72 años

LOS DE FUERA, DAN TABACO. El rifirrafe nació la semana pasada. Según cuenta este jubilado, cuando otros tres usuarios y él estaban echando una partida de cartas, el otro implicado se sentó a su lado y comenzó a decirles que llevaban malas cartas y que no iban a ganar.

"Quien lo tiene que decidir soy yo, que estoy jugando, no eres tú. Si pierdo, pierdo yo. Si gano, gano yo. Es mejor que te vayas para otra silla", dice que le respondió.

Veinticuatro horas después se volvieron a cruzar las caras. Entonces, según explica José Antonio Fernández, cuando él estaba en una mesa esperando para echar una partida de tute, se sentó a su lado Armando López con la misma intención. Le dijo que no quería jugar contra él y se cambió de mesa. Su rival siguió sus pasos. "Me dijo: 'Yo me siento aquí porque la silla y la mesa es de todos'. Entonces me mosqueó un poco y al levantarme le di un trompazo en la cara".

El lunes ya cruzaron la raya. El herido por arma blanca asegura que su contrincante le siguió hasta los servicios, cerró la puerta y le amenazó con clavarle la navaja que esgrimió.

"Pensé: 'Ahora sí que estoy apañado, porque me va a acribillar bien acribillado'. Yo no tenía nada para defenderme. Entonces me dio en la cara. Al ver la sangre, abrí la puerta corriendo y salí", dijo.

En esa huida, el septuagenario herido echó mano del bastón de otro usuario del centro social y, según reconoció, le propinó un golpe en la cabeza a su agresor.

José Antonio Fernández era atendido por personal del centro, mientras que otro octogenario inmovilizaba contra el suelo, en la zona de juego, al jubilado que le asestó el corte en la cara.

Los agentes que intervinieron hallaron la navaja usada en la agresión, de unos ocho centímetros de hoja, en una de las sillas del espacio donde echan las partidas de cartas. El herido por arma blanca también portaba una, de unos siete centímetros, en su bolsillo.

ATESTADO POLICIAL. No fue posible localizar ayer al otro implicado en la reyerta para conocer su versión de los hechos. Pero en su declaración ante la Policía, Armando López declaró que fue su rival el que "se abalanza contra él con un cuchillo" y que «le amenaza de muerte". Asegura además que fue José Antonio Fernández el que se cortó en la cara durante el forcejeo.