"Tras oír gritos, me acerqué, dije '¡eh!' y el violador echó a correr hacia la capilla"

La rápida intervención de una pareja, que escuchó a una mujer pedir ayuda, impidió que llegase a haber una agresión sexual en O Carme

El hombre que oyó los gritos de la chica señala el lugar donde se cometieron los hechos. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El hombre que oyó los gritos de la chica señala el lugar donde se cometieron los hechos. VICTORIA RODRÍGUEZ

Lo que menos se imaginaba este hombre —que prefiere mantener su anonimato— es que aquella noche, antes de acostarse, lograría evitar una violación a una mujer, de unos 30 años, a pocos metros de su casa. Ocurrió el pasado sábado de madrugada, sobre la una. El héroe ciudadano y su pareja regresaban de trabajar y se disponían a entrar en el portal de su casa, en la calle Cabo Estaca de Bares. Cuando estaban abriendo la puerta, les pareció oír a alguien que gritaba: "¡Ayuda!". En principio, no hicieron mucho caso dado que allí cerca hay una casa que tiene perros y pensaron que habían oído mal. Acabaron de abrir la puerta y volvieron a oír a una mujer que seguía pidiendo ayuda. De esta vez, ambos escucharon esa palabra a la perfección y, sin pensárselo dos veces, se dirigieron hacia la calle Poeta Noriega Varela, en dirección a donde procedía la voz.

"Nos quedamos parados ante el primer grito porque se oyó muy flojito pero salimos como rayos en el segundo hacia la calle porque, entonces, lo percibimos los dos con claridad. Allí, en medio de la noche, vimos como un bulto en la finca donde hasta hace poco se aparcaban coches y no sabíamos distinguir si había un hombre o una mujer. Mi pareja se quedó y yo me acerqué más hacia donde estaban al tiempo que grité '¡eh!'. Tan pronto como lancé el grito, vi que se echaba a correr un hombre, atravesando la finca, hacia el Regueiro dos Hortos y la capilla de O Carme", explica.

La víctima fue arrastrada hacia una finca utilizada hace años como aparcamiento y su atacante le tapó la boca

El supuesto atacante —que, según comentarios posteriores de la víctima, llevaba gorra y un pendiente— huyó y todavía no fue detenido por la Policía, que está llevando a cabo las correspondientes investigaciones después de que la mujer denunciase los hechos.

La víctima fue atendida por la pareja que acudió en su ayuda y que también se encargó de llamar a la Policía. La mujer solo presentaba heridas en los labios y estaba vestida, aunque su supuesto agresor ya había comenzado a hacerle tocamientos tras tirarla al suelo.

"La chica estaba muy nerviosa. Solo decía que venía de trabajar bajando la calle con los cascos puestos en las orejas y que se le acercó un individuo a su lado que le hizo una seña para, seguidamente, agarrarla por la cabeza y taparle la boca, empujándola hacia el descampado que fue muchos años aparcamiento, a donde la llevó mientras que la arrastraba", afirmó el hombre que la socorrió.

Los hechos no pasaron desapercibidos por algunos vecinos que, desde sus casas, también oyeron algún grito de la víctima. Sin embargo, gracias a la intervención de esta pareja la violación no se llegó a consumar.

Ataque
Sin palabras ni armas
El ataque se produjo, según contó la víctima a la pareja, sin que mediase ningún tipo de palabra por parte del agresor, que seguía a la mujer hasta que la alcanzó y se situó a su lado, empujándola y arrastrándola hacia la finca
Armas
El agresor no empleó ningún tipo de arma para intimidar a la víctima, según declaró esta pareja. Tan solo empleó la fuerza física para arrastrarla hacia la finca y allí tirarla al suelo