"Mis padres me decían que costé como una casa", afirma un niño robado

Un joven que vive en Alicante fue separado de su familia biológica hace 34 años en la casa cuna de Lugo

Iván, segundo por la derecha, con su madre biológica y tres de sus cinco hermanos. EP
photo_camera Iván, segundo por la derecha, con su madre biológica y tres de sus cinco hermanos. EP

Iván, cuyo nombre de nacimiento era José Fernando Guedes, afirma que le "ha cambiado la vida" desde que se ha reencontrado con su familia biológica, de la que fue separado hace 34 años cuando, según cuenta, fue dado en adopción, sin el consentimiento de sus padres, por las religiosas que gestionaban entonces la casa cuna de Lugo.

"He encontrado a la familia que nunca tuve. Me ilusiona mucho porque a los 17 años tuve que abandonar la casa de mis padres de adopción", señala.

Esa supuesta acogida irregular tuvo precio. Este joven asegura que sus padres adoptivos, un matrimonio de Alicante, le dijeron que dio cuatro millones de pesetas -más de 24.000 euros- por él y por su hermano cuando tenían un año y medio y seis meses de edad, respectivamente.

"Mis padres adoptivos siempre me decían que costé tanto como una casa. Fue el precio que pagaron por saltar una lista de espera de un año y medio", recuerda el hombre.

Iván nació en 1983 en Monforte de Lemos, ciudad en la que se afincaron sus padres, que procedían del norte de Portugal. Como estos no podían sustentar a sus cinco hijos, los tuvieron que dejar al cuidado de las monjas en la desparecida casa cuna de la capital lucense.

PROCESO. Un día en que su madre biológica acudió a visitarlos se encontró con que los dos más pequeños habían sido dados en adopción con el argumento de que no podía adoptarlos.

Con 7 años Iván realizó la primera comunión en la localidad alicantina en la que residía. Recuerda que entre las invitadas a esa celebración se encontraban dos mujeres de Lugo "bien vestidas y enjoyadas, que se llamaban Victoria y Benimeri". Cree que fueron ellas las que mediaron para que se realizase su adopción y la de su hermano, como, según dice, en el caso de otros jóvenes gallegos que residen en esta provincia levantina.

Hace un mes descubrió que su madre biológica y dos de sus hermanos residían en León. Otras dos viven en Lugo. El pasado puente del 1º de Mayo celebraron un encuentro familiar. Iván acudió con su hija de diez años.

"Las primeras 24/48 horas no me creía que lo que me estaba pasando. Me sentí muy arropado. Lo que fue duro fue la despedida", asegura que este joven, que ya ha planificado más encuentros con sus hermanos en los próximos meses para recuperar los años perdidos.

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