LA CAPACIDAD de convocatoria de César Lumbreras pudo comprobarse este martes en el hotel Torre de Núñez, donde decenas de ganaderos lucenses acudieron a la llamada del Banco Santander para escuchar a este periodista convertido para muchos en la gran referencia de rural español. Junto a Lorena Ruiz, directora de Negocio Agroalimentario Santander España, y Francisco José García, director comercial Santander Galicia, Lumbreras visitó Lugo para hablar de la nueva Política Agraria Común (PAC).
¿Qué novedades presenta la nueva PAC?
Presenta bastantes novedades en relación a la actual, el problema es que la invasión de Ucrania ha venido a trastocarlo todo. La gran pregunta ahora mismo es si esa nueva PAC que está aprobada debe comenzar el 1 de enero de 2023, como está previsto o va a ser reformada antes. La incógnita es si va a entrar en vigor o no.
¿Y cuál es su opinión al respecto?
Son momentos de incertidumbre total. Italia ha pedido que se aplace un año la entrada en vigor. Y Macron ha dicho que lo de Ucrania lo trastoca todo y que es necesario garantizar la soberanía alimentaria de la UE y dar prioridad al abastecimiento en lugar de a los aspectos verdes de la nueva PAC. No se sabe.
¿Existe en estos momentos un riesgo real de desabastecimiento de cereales para la ganadería?
Es una posibilidad que existe. La Comisión Europea y los Estados miembros han decidido adoptar medidas ante los precios que se han disparado para que no se transforme en un problema de abastecimiento real. Para eso se van a flexibilizar las normas de entrada de cereales de países como Brasil o Argentina, pero estamos en el momento crucial para que esas medidas se adopten con ra pidez y sean eficaces.
¿Qué efecto tendrá la sequía en estas circunstancias?
Es otro problema añadido. Se habla mucho de traer cereal de Argentina y Brasil, pero es que allí también hay sequía. Y vamos a terminar esta campaña, el 30 de junio, con 600 millones de toneladas de cereales en el mundo, que es la cifra más baja de los últimos seis años. Va a haber una escasez de cereales, al menos a corto plazo. La guerra en Ucrania, junto al aumento de los costes de producción y la sequía forman la tormenta perfecta.
¿Qué alternativas tiene el país ente esta situación?
Como medidas a corto plazo, hay que flexibilizar esa importación. Y a medio plazo, poner a trabajar todo el potencial productivo de la UE. En estos momentos tenemos muchas tierras que no están produciendo. El problema es que no se ponen a producir y se obtienen resultados de un día para otro.
¿Cuál es problema para que en España, que siempre fue productor de cereales, ahora no haya?
El problema es que en España se ha instaurado un modelo de ganadería intensiva muy dependiente de las importaciones, especialmente de maíz. No es que no seamos eficientes, es que consumimos mucho más de lo que estamos en condiciones de producir.
¿Es lo que pasa con el girasol?
Siempre hemos sido dependientes de las importaciones de aceite de girasol de Ucrania, nunca hemos producido la totalidad de lo que consumimos. Además, en los últimos años se ha abandonado bas tante la producción porque eran más rentables otros cultivos.
