Yo no he sido, ha sido él

SEGURO QUE que todos podemos recordar, sin necesidad de estrujarnos demasiado los sesos, la imagen de aquel niño repelente que acudía con premura al encuentro de la profesora, en pleno recreo, para acusar a alguno de sus compañeros de la trastada perpetrada y librarse de un probable castigo o una segura reprimenda. «Yo no he sido, ha sido él». Personas en miniatura con muy mala leche y muy pocos amigos.

A menudo, especialmente cuando se acerca un período electoral, da la sensación de que los cargos públicos de distinto signo político se comportan, salvando las diferencias, como esos niños. Desde las instituciones que gobiernan alaban sin tapujos la «extraordinaria» eficacia de su gestión y acusan al rival de todos los problemas que padece la provincia, hasta de haber participado en la génesis del ciclón Klaus.

Las enganchadas son constantes y cualquier tema parece propicio para sacar la navaja y saldar viejas deudas pendientes. La concejala de servizos sociales de Lugo, Carmen Basadre, afirmaba hace unos días que la aplicación de la ley de dependencia está estancada porque la Xunta no aporta el dinero que tendría que poner sobre la mesa. Pocas horas después, contestaba la delegada territorial, Raquel Arias, para aclarar que la Administración autonómica puso el pasado año el 70% de la inversión, cuando sólo le correspondería pagar el 50% del gasto total, precisamente porque el Gobierno central socialista no hizo los deberes. Entretanto, la lista de espera de las personas que necesitan esas ayudas continúa creciendo.

Con respecto al desempleo, más de lo mismo. La oposición municipal afirma que Lugo es la ciudad gallega en la que más ha crecido el paro y acusa al gobierno local de despilfarrar miles de euros en iniciativas que no tuvieron el efecto esperado. El equipo de López Orozco se defiende y recuerda que las políticas activas en esa materia son competencia de la Xunta, pero las listas de demandantes de empleo continúan aumentado en la comunidad. La Diputación mete más leña al fuego y exhibe para defender su gestión el Lugo Emprega. un programa para contratar a más de 700 personas durante seis meses, que los populares califican como electoralista y oportunista, al tiempo que le recuerdan a Gómez Besteiro que su partido gobierna en un país con más de cuatro millones de parados. Nadie quiere la culpa, pero en nuestra provincia ya son más de 25.000 las personas que buscan un trabajo.

Las refriegas se suceden y nadie parece darse cuenta de que los problemas son comunes y de que el presupuesto de las instituciones, gobierne quien las gobierne, sale del mismo bolsillo, el de los contribuyentes. De poco vale discutir sobre quién tiene que achicar el agua si el barco se hunde con todos dentro. Si los que tienen que tomar las decisiones no se dan cuenta de su error, a lo mejor habría que castigarlos sin recreo.

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Concello e IGVS se enfrentan por los pisos de A Ponte y el polígono de As Gándaras
El Ayuntamiento de Lugo y el IGVS también han protagonizado sonoras disputas en los últimos días. La Xunta acusa al gobierno municipal de ir añadiendo requisito tras requisito para retrasar deliberadamente la entrega de las viviendas sociales de A Ponte, mientras que el alcalde criticó el elevado precio de venta de las parcelas de As Gándaras.

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