Ir de Lugo a A Mariña, o viceversa, será más rápido desde mañana, cuando se abran los últimos tramos de la A-8, en Mondoñedo. Atrás quedan aquellas calzadas estrechas y con árboles, muchas nacionales, que aún recuerdan los profesionales del volante.
a partir de mañana, se podrá ir, de un tirón y por autovía, desde Lugo hasta Oviedo en solo dos horas y cuarto. La apertura de los dos últimos tramos de la Autovía del Cantábrico (A-8), el de Mondoñedo a Lindín y el de Lindín a Carreira, será otro avance más en las comunicaciones terrestres en Lugo. Un avance que notarán especialmente los profesionales más veteranos del volante, esa gente que, en sus últimos años de oficio, vio cómo, con la mejora de las carreteras, se recortaban las horas de viaje en su jornada laboral diaria.
Juan Manuel Rodríguez Saá fue uno de los conductores que cubría la línea de Autos Rodríguez, entre San Cibrao y Lugo los días de mercado (martes y viernes). Lo hizo durante 34 años. «Era un autobús mixto, onde ían mercancías e pasaxeiros. No maleteiro, ían galiñas, porcos e enriba, na baca, teñen ido tamén caixas de peixe que carretaban as pescantinas de Foz para vender en Abadín, onde as deixabamos e as volvíamos a recoller despois pola tarde. Eran cinco horas de viaxe porque faciamos moitas paradas. Quizais vinte. Non había paradas fixas. A xente saía para a estrada, levantaba a man e collíamola. Despois, cando chegabamos a Lugo, parabamos no bar Taller, en Pastor Díaz, onde daban un bocadillo de xamón e un caldo de cocido moi bo», explica Juan Manuel.
