Una veintena de vecinos de la parroquia de San Vicente do Burgo paralizó ayer el vallado de un punto de recogida de plásticos agrícolas que el Concello había instalado hace tiempo en una finca de propiedad vecinal de esta parroquia. El motivo es que los vecinos quieren que ese punto de recogida se traslade a otro terreno que dista unos 500 metros y que no está tan cerca de las casas y las zonas de paso.
El Concello envió a la empresa encargada de las obras dentro del plan que está desarrollando para vallar todos estos puntos limpios. Sin embargo, cuando estaban tomando medidas, en torno al mediodía, unos veinte vecinos se concentraron en el lugar y paralizaron los trabajos. Protestaban de esta manera por lo que creen una falta de consideración de las autoridades municipales, que, según lamentan, ni les ha escuchado ni les ha consultado.
El problema parece ser que, como pasa en otros puntos limpios similares, lo que en principio debería haber servido para recoger los plásticos de uso agrícola se ha convertido en un auténtico vertedero incontrolado en el que cabe de todo, desde ruedas a colchones, pasando por muebles viejos, latas de aceite y todo tipo de desperdicios. Además, la finca está demasiado cerca de una explotación ganadera y justo en una intersección de caminos, por lo que, según denuncian los vecinos, constituye un claro ejemplo de contaminación ambiental y visual.
La solución que proponen es que este punto de recogida se traslade a otra finca vecinal que está ya en pleno monte, alejada de las casas y las zonas de paso, y advierten de que no van a ceder y no van a dejar que el Concello perpetúe con una valla ese vertedero incontrolado tal y donde está.
