Una vecina de Lamas de Prado logra tras años de lucha que se retire una antena

Trabajos de retirada de la antena, ayer. (Foto: Sebas Senande)
photo_camera Trabajos de retirada de la antena, ayer. (Foto: Sebas Senande)

El esfuerzo personal tiene a veces su recompensa, piensa Justa González. A sus 77 años, vivió ayer un momento «emocionante, chorei moitísimo», relata, cuando la grúa comenzó los trabajos de retirada de una antena de telefonía móvil del tejado del edificio de la calle Lamas de Prado. Finalizaron así siete años de incertidumbre y de lucha, ya que la mujer se negó desde el principio a la instalación por los daños a la salud que, temía, podía comportar, a pesar de que la oferta de la compañía Vodafone consiguió cautivar a la mayoría de sus vecinos.

«É unha grande alegría, levaba moitos anos dando voltas por este motivo e incluso enfermei, tiven depresión», explica González, que se mostró siempre contraria a la instalación de la antena por «os constantes ruídos e as radiacións que supuña. Eu vivo no 166, só hai unha parede de por medio e a cama do meu home, que está enfermo, quedaría xusto debaixo da antena», apunta.

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