Una prodigiosa memoria visual

Moisés Anido tiene una memoria visual prodigiosa, que le permite recordar a través de imágenes todas las actividades que le esperan al día siguiente o recrear en papel coloridas escenas de su vida cotidiana.

Moisés tiene diez años y es uno de los treinta niños autistas a los que la asociación Raiolas, que este jueves celebra el Día de Concienciación, ayuda desde el 2002 a mejorar su calidad de vida.

Nuestro protagonista acude dos veces a la semana a la sede de la asociación para su terapia individualizada con la psicóloga clínica Ana López. Esta profesional ayuda a sus pequeños pacientes a realizar tareas con las que superar dificultades comunes del trastorno, como los problemas de comunicación y socialización, además de falta de flexibilidad e imaginación en algunos casos.

Ana López comenta que, aunque el mito de que pueden memorizar el listín telefónico no siempre es cierto, los autistas sí poseen una capacidad especial para recordar imágenes, como le sucede a Moisés.

"Los autistas piensan con imágenes y no verbalmente", dice la psicóloga y explica que, por ello, fotografías e ilustraciones indican en el centro dónde está el  baño o el aula de la pedagoga.

Otra ventaja de Moisés es su buena memoria mecánica, que le permitió aprender a manejar un ordenador "mejor que yo", dice su psicóloga. Entre sus juegos favoritos, Moisés destaca El conejo lector y la página web zoobrowser.com, destinada a este colectivo y en la que se reproducen los dibujos de Disney, sus favoritos.

Sobre la creencia popular de que los autistas rechazan el contacto físico, Ana López afirma que son hipersensibles. Por lo tanto, pueden ser ariscos o, como en el caso de Moisés, muy cariñosos. Respecto a la inteligencia, Ana aclara que los autistas superdotados son una minoría y muchos presentan un retraso mental.

También suelen ser selectivos en el gusto y se obsesionan con pequeños detalles. Ana explica que "tienen que aprender a ser flexibles".

Para ello, asegura, es importante ir a la escuela y en Lugo hay dos aulas especializadas en los centros Casás y A Ponte. Pero los niños crecen y la asociación pide la puesta en marcha de un aula similar de Secundaria, un centro de día para formarlos en trabajos manuales y programas de empleo con apoyo. Ana López subraya que «pueden hacer muchas cosas» y sólo necesitan el apoyo necesario.

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