Una científica lucense, Sonia Villapol, encabeza el equipo que acaba de descubrir una nueva aplicación del que, probablemente, será el primer fármaco que repare lesiones cerebrales en traumatismos craneoencefálicos e ictus. El medicamento, llamado Candesartan, usado para la hipertensión y el párkinson, fue probado en ratones con resultados positivos. La relevancia del hallazgo es tal que la multinacional Astra-Zéneca, que tiene la patente del fármaco, comenzará en breve a aplicarlo en tratamientos clínicos a humanos con el fin de comercializarlo después.
Los resultados de esta investigación fueron publicados en la portada del número de diciembre de la prestigiosa revista científica del grupo Nature, ‘Neuropsychopharmacology’. La investigación, dirigida por Sonia Villapol, de Bretoña (A Pastoriza) y en la que participan siete científicos más, alguno de ellos con una dilatada experiencia como Juan Saavedra, es el resultado de un trabajo, iniciado hace dos años, en el Centro de Neurociencias y Medicina Regenerativa de los Institutos Nacionales de Salud en Washington DC, Estados Unidos. «A maioría dos danos deste tipo de accidentes son irreversibles e non existen fármacos eficaces que produzan unha recuperación apreciable. Este traballo constitúe o principio do desenrolo de fármacos terapéuticos que axuden á parcial ou total recuperación das persoas con danos cerebrais», afirma Sonia Villapol.
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