Una jueza indaga si desde el juzgado del caso Carioca se filtró información

El juzgado de instrucción número 2 de Lugo tramita en estos momentos una denuncia sobre supuestas filtraciones de información procedentes del juzgado número 1, que instruye la operación Carioca, o de su entorno. Esta denuncia fue interpuesta por uno de los imputados en la causa, después de que dos periódicos reconocieran en sendos procesos judiciales por delitos contra el honor que las fuentes de información de las noticias que publicaron estaban en el propio juzgado y en el equipo de investigadores.

Según pudo saber este diario, uno de los imputados en el caso presentó sendas demandas por delitos contra el honor contra un periódico nacional con delegación en Santiago y contra otro periódico de ámbito gallego que se edita en A Coruña.

En el primero de los casos, la demanda derivó en una vista oral que se celebró en los juzgados de Santiago. En esa vista, la redactora de la información habría reconocido ante el juez que su fuente de información estaba en el equipo de investigación del caso.

Por lo que respecta al periódico coruñés, la denuncia no acabó en vista oral porque se llegó a un acuerdo entre las partes. Los responsables de dicho diario reconocieron por escrito que eran fuentes del propio juzgado de instrucción número 1 quienes les filtraban las informaciones.

Ante estas dos revelaciones, el imputado decidió presentar una denuncia para que se investigue a dicho juzgado y se localice al autor o autores de las filtraciones. El juzgado número 2 ya realizó las primeras actuaciones sobre este asunto.

Prioridad de la jueza

El control de las filtraciones para salvaguardar el secreto de sumario ha sido una de las prioridades de la magistrada Pilar de Lara durante toda la instrucción. De hecho, el sumario está lleno de referencias y escritos de protesta ante distintos ámbitos por las informaciones publicadas en los diversos medios.

En algunos de esos escritos, la jueza instructora incluso acusaba de forma más o menos velada a miembros de la comandancia de Lugo e incluso de la unidad central de la Guardia Civil de las grietas en el control de la información. Igualmente se produjeron problemas informáticos, que llevaron a pensar erróneamente en la acción de un ‘hacker’.

La salvaguarda de las declaraciones de los implicados, y sobre todo de las identidades de algunos testigos, es fundamental en la investigación de las redes de prostitución. Por ello, el secreto de las actuaciones se mantuvo hasta hace poco más de un mes.

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