Una fundación negocia crear en Lugo un centro clínico de células madre

Personal sanitario del Polusa atendiendo a Fred, uno de los niños ugandeses operados el año pasado (Foto: AEP)
photo_camera Personal sanitario del Polusa atendiendo a Fred, uno de los niños ugandeses operados el año pasado (Foto: AEP)

Las investigaciones de los cirujanos lucenses Joaquín Mendonça y Pedro Juiz no cayeron en saco roto. Sus innovadores tratamientos en reconstrucción facial mediante la aplicación de células madre llegaron a los oídos de una fundación extranjera, que está interesada en poner en marcha un hospital clínico donde se ofrezcan este tipo de tratamientos. Las negociaciones están en marcha desde hace casi un año y, según explicó el doctor Mendonça, siguen adelante, pese a que los cirujanos ponen una condición inamovible para ocuparse de este proyecto: que el hospital tenga su sede en Lugo.

Por el momento, parece que éste no es un gran inconveniente. Se barajan varias opciones: la construcción de un edificio propio o, incluso, que el centro ocupe parte de las instalaciones del sanatorio Polusa, centro donde estos dos médicos de la ONG Cirujanos del Mundo llevaron a cabo todas las intervenciones realizadas, desde hace varios años, a niños ugandeses con malformaciones faciales a los que aplicaron terapias de reconstrucción de tejidos con células madre.

«Se está estudiando crear una institución en Lugo, que sería un hospital o un centro clínico, dedicado al estudio y a la aplicación humana de células madre», resume el doctor Mendonça.

En dicho hospital, se realizarían todo tipo de tratamientos con células madre, indiferentemente de la parte del cuerpo que pudiese estar afectada. La idea es ofrecer un servicio sanitario abierto a todo el público y sin ánimo de lucro.

«Queremos que sea un hospital de células madre similar a los que existen en otros países como China o Alemania, un centro libre e independiente de cuestiones políticas y económicas. De hecho, la fundación que respalda todo este proyecto es una organización sin ánimo de lucro dedicada a la investigación», explica Jorge Mendonça.

Pero el fin último de este centro no sería la investigación. Sería, simplemente, la aplicación clínica de estas nuevas terapias en pacientes que las necesiten.

«Esto es lo que nos parece más atractivo del proyecto porque supone la aplicación de nuestras investigaciones a la salud humana. Aunque todavía no hay nada decidido, las negociaciones parecen ir por buen camino y siguen adelante», dice Mendonça.

A raíz de la publicación, a finales del pasado año, de un artículo en la prestigiosa revista científica estadounidense Plastic and Reconstructive Surgery, el periódico oficial de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos durante más de 60 años.

Los doctores Joaquín Mendonça y Pedro Juiz consiguieron regene rar los tejidos y los huesos de las caras de tres pacientes que eran ya candidatos a un trasplante por haber ya agotado otras vías de tratamiento.

La implantación de células madre adultas, extraídas de la médula osea de los pacientes y luego cultivadas y multiplicadas, logró -en los tres casos sujetos a este estudio piloto- regenerar no sólo los huesos y la piel sino también los vasos sanguíneos y los nervios de estos tres enfermos. Algo con lo que, en un principio, no contaban ninguno de los dos cirujanos.

Hasta este momento, los tratamientos para este tipo de casos, todos ellos severos con pérdida y daño del tejido óseo, se limitaban a trasplantes de cara.

La implantación de células madre permite, sin embargo, frente a las otras terapias, que los pacientes recuperen la forma de su cara y las funciones previas de los distintos tejidos con material genético propio del enfermo.

Este estudio piloto, llevado a cabo en el sanatorio Polusa con tres pacientes en los últimos dos años y medio, obtuvo un permiso especial del Ministerio de Sanidad.

Todo ello se hizo con controles muy exhaustivos y desde Lugo, sin subvenciones de empresas ni del Estado. En el estudio, colaboraron también, de forma desinteresada, otros doctores del centro como María Jesús López, Manuel Lauda, Juan Ferreiro y Medardo Meilán.

Las células madre se extrajeron, en los tres casos, de la médula ósea a través de la pelvis. Este material se envió, entonces, al centro que la empresa norteamericana Aastrom tenía, hasta hace poco, en Barcelona para su selección y cultivo con el fin de ser devueltas a Lugo una vez multiplicadas.

LA ÚLTIMO TÉCNICA
Una ‘gelatina’ que aporta vida

La última terapia con células madre practicada por Mendonça y Juiz en el sanatorio Polusa fue también innovadora. Lograron concentrar y seleccionar, en el propio quirófano, el material genético que implantarían en el paciente. En este caso, Emmanuel, un joven ugandés de 16 años con un tumor facial muy agresivo.

«Esto es nuevo, nadie lo había hecho antes. Para ello, extrajimos una cantidad importante de médula ósea de la parte posterior de la cadera. La procesamos mediante filtros especiales y una sustancias que van separando las células por grupos. Después, se seleccionan las células deseadas, ya muy concentradas, y se depositan en plasma coagulado del propio paciente. Esta ‘gelatina’ se implanta, finalmente, en el lugar que interesa regenerar», explica Mendonça.

Los cirujanos lucenses contaron con la aportación, en el diseño de esta nueva técnica de selección celular, de Paco Vidal, ex director para Europa de Aastrom que ahora trabaja con Mendonça y Juiz.

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