Una ciudad a medio hacer

A Fervedoira no tiene quien la roce (Foto: Sebas Senande)
photo_camera A Fervedoira no tiene quien la roce (Foto: Sebas Senande)

No me resistí a la tentación, como tantos otros lucenses, de pasar sobre el recién inaugurado puente del Miño y mientras lo hacía traté de repasar la infinidad de noticias que a lo largo de estos años se han publicado sobre las vicisitudes de una infraestructura propia del siglo XXI, pero que a Lugo se le debía desde el anterior. El viaducto se hizo esperar y tuvo que ser un ministro lucense el que apurase los plazos de una obra pública que para las urbes periféricas siempre se hacen eternos.

La conclusión de este puente supone un paso más en ese camino hacia la modernidad y al que se puede unir el desdoblamiento de la entrada desde Nadela hasta la Fonte do Rei, la Ronda Este o el nuevo hospital.

Pero si todas estas obras y las que están proyectadas o pendientes son motivo de satisfacción para los lucenses, la ciudad sigue enseñando sus vergüenzas a los visitantes, aunque a veces la costumbre no nos haga reparar en ello. Un ejemplo que saca los colores es la entrada a Lugo desde A Campiña, una vía desdoblada desde la A-6, pero que tras superar la rotonda que une las rondas Norte y Este nos conduce a través de A Fervedoira por una carretera oscura, peligrosa y en cuyas márgenes crece sin coto la maleza. Me imagino la cara de los turistas que por primera vez llegan a Lugo animados por esas campañas publicitarias que invitan a conocer una ciudad bimilenaria, pero a la vez moderna. Los veo mirando hacia el GPS para comprobar que su ruta es la correcta o tratando de buscar un cambio de sentido para volverse por donde vinieron.

El nuevo gobierno incluyó entre los 64 puntos del pacto PSOE-BNG la mejora de los accesos a la ciudad a través de A Fervedoira, aunque sin concretarse cómo, puesto que debe ser el Ministerio de Fomento el que ponga la financiación. Además, teniendo en cuenta que la intermodal se ubicará en esta entrada de la ciudad, la resolución de este enlace debería ir a la par que el proyecto de estación que está previsto que se licite en breve. Eso sí, de momento ni ministerio ni Concello se preocupan de rozar las cunetas, quizá porque la prioridad era el puente, aunque tras la resaca de la inauguración no estaría mal ponerse ya a ello.

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