Una vecina de la capital lucense de 47 años de edad -que trabajaba como empleada doméstica- aceptó ayer una condena de siete meses de prisión por hurtarle joyas a su jefa.
Los hechos se remontan al mes de agosto de 2011, cuando la acusada trabajaba como asistenta del hogar en una vivienda de Lugo y aprovechó su situación para apropiarse de varios artículos.
Tal y como explicó el ministerio público en su escrito de conclusiones, la mujer se fue apoderando poco a poco de diversas joyas que su propietaria guardaba en un joyero de la habitación principal, con el objetivo de venderlas y conseguir dinero en efectivo.