Un testigo del caso Carioca pillado con dólares falsificados alega que se los llevaba a la jueza

El acusado, ayer en la Audiencia Provincial de Lugo (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera El acusado, ayer en la Audiencia Provincial de Lugo (Foto: Pepe Álvez)

Un testigo del caso Carioca que fue sorprendido con varios billetes de cien dólares falsificados alegó ayer que se los llevaba a la titular del juzgado de instrucción número 1, Pilar de Lara, porque estaba colaborando con ella.

El hombre -Moisés Manuel Navia Ramos, de 31 años- sostuvo que puso en conocimiento de la jueza que el propietario del club Luxor encabezaba una red dedicada a la falsificación de billetes y que escondía en su establecimiento un millón de dólares y tres millones de euros. Según sus manifestaciones, parte de este dinero era de curso legal y procedía del atraco a un furgón blindado.

«Su señoría me dijo que si colaboraba y le ayudaba a coger a la persona que falsificaba el dinero, ella me ayudaría a mí. Me pidió que le llevara pruebas de lo que estaba diciendo y yo me ofrecí a colaborar, pero al final salí malparado», aseguró.

Detención

Tal y como reconoció la Benemérita, en diciembre de 2009, Navia Ramos se puso en contacto con dos agentes y les entregó tres billetes de cien dólares americanos falsificados. El hombre dijo que el dinero procedía del Luxor, pero las fuerzas y cuerpos de seguridad realizaron un registro en el club y no encontraron nada de lo que buscaban.

Los agentes sí localizaron sin embargo en el turismo del acusado tres tacos de papel recortado con las dimensiones de un billete y los reactivos necesarios para falsificar los billetes por el procedimiento conocido como clonación, por lo que Moisés Ramos fue detenido y acusado inicialmente de un delito de falsificación de moneda, por el que el ministerio fiscal solicitaba nueve años de cárcel.

Sin embargo, los agentes explicaron ayer que los billetes que les entregó el acusado eran falsos, pero que los materiales que llevaba en su coche no servían para falsificar dinero, sino únicamente para realizar el denominado timo de los billetes tintados.

De este modo, el fiscal modificó sus conclusiones y solicitó para Moisés Navia una pena de seis años de prisión y 600 euros de multa por un delito de tenencia de moneda falsa y no por falsificación.

Durante el juicio, el hombre reiteró que iba a entregar todo ese material a la Guardia Civil para hacérselo llegar a Pilar de Lara y que nunca pensó en utilizarlo. Los agentes, por el contrario, mantienen que el acusado se ofreció a darles información «para tener un amparo y seguir cometiendo hechos delictivos sin levantar sospechas», explicaron.

El fiscal dijo además que, cuando fue detenido, Navia Ramos solamente había declarado en el marco del caso Carioca como testigo, por lo que no podía obtener ningún beneficio por colaborar.

Por su parte, el letrado de la defensa solicitó la libre absolución de su cliente al considerar que no existe ninguna prueba de cargo contra él.

Implicación

  • Trasladaba a las prostitutas a los locales de alterne

El acusado reconoció durante el juicio que se vio implicado en el caso Carioca porque, cuando se destapó la supuesta trama, él se encargaba de trasladar en coche a las prostitutas desde la capital lucense hasta los diferentes clubes de la provincia. «Yo solamente ejercía de transportista, de taxista, pero no era su chulo. Ellas me llamaban para que las llevara a un club y me pagaban por el viaje, nada más», explicó.

  • De Tenerife a Lugo

Navia Ramos, de nacionalidad hispano-portuguesa, contó que trabajaba en Tenerife como encofrador y se trasladó a Lugo porque su padre le dejó una casa en herencia y tenía previsto trabajar en la hostelería.

  • Ingresos suficientes

El acusado declaró igualmente que transportando a las chicas tenía suficientes ingresos para vivir, por lo que no pensó en falsificar dinero.

EL ACUSADO
Intentó sin éxito clonar billetes con aspirinas, talco y betadine

Durante la vista oral celebrada ayer, el acusado dijo que el dueño del Luxor le explicó el proceso para la clonación de billetes y que le dijo que necesitaba aspirinas, polvo de talco y betadine.

«Yo probé un día para explicárselo a la jueza. Metí el billete con betadine en papel albal y lo cubrí con mantas como me habían dicho. Después estuve dos horas esperando como un tonto, pero no salió nada», contó.

Uno de los agentes de la Benemérita que declaró en el juicio reconoció que con esos materiales es «totalmente imposible» copiar un billete original.

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La Guardia Civil

Reconoce que el hombre les daba información de forma voluntaria

Los agentes de la Benemérita que prestaron declaración ante la Sala reconocieron que el acusado les proporcionó información en varias ocasiones «de forma voluntaria, sin que nadie se lo pidiera».

Los guardias explicaron que Moisés Manuel Navia Ramos se puso en contacto con ellos para ofrecerles datos sobre una supuesta organización dedicada a la falsificación de billetes, «pero los datos que nos dio estaban en el aire y no tenían la suficiente fiabilidad como para llevarnos hasta la presunta red», apuntaron. Uno de los agentes calificó al acusado como una persona «muy fantasiosa».

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