Un relleno provisional para construir el puente invade parcialmente el río Miño en Lugo

La empresa que construye el nuevo puente del Miño inició hace unos días los trabajos de relleno de parte del río, una actuación que llama poderosamente la atención a los automovilistas que pasan por la N-VI ya que se adentra varios metros en el río.

El Ministerio de Fomento, promotor de la obra, cuenta con autorización de la Confederación Hidrográfica del Miño, ya que es imprescindible para levantar la estructura y cumple con todos los requisitos, según informó el lunes 13 de abril el organismo que dirige el lucense Francisco Fernández Liñares.

A través de su servicio de comunicación, la CHM matizó que se trata de un relleno provisional y que es necesario para poder construir los apeos del puente en esa orilla del río, donde se levantará una estructura de cierta complejidad, ya que llevará una rotonda elevada de la que saldrán cuatro ramales: dos para descender del puente a la N-VI en sentido A Coruña y en sentido Madrid, y dos para acceder al viaducto desde ambas direcciones.

La Confederación explicó que se autorizó la actuación precisamente en este momento, tras finalizar la época de lluvias y así evitar corrimientos de tierras.

Además, el relleno se está realizando con piedra y tierra, por lo que no hay peligro de contaminación, y cuando ya no sea necesario, se retirará el material y se limpiará el río, explicó el organismo de cuenca.

Lo que no precisó la CHM es si será éste el único relleno que se realizará o si serán necesarios más, así como cuánto tiempo deberá permanecer sobre el río. Dependerá, indicó el servicio de comunicación, de las necesidades y de la evolución de los trabajos.

La obra arrancó en los últimos días de septiembre y avanza a gran ritmo, por lo que de una semana a otra es posible apreciar grandes cambios.

La empresa constructora, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), trabaja desde hace semanas en varios frentes. Así, aunque la parte más adelantada es la más próxima a la carretera de Portomarín, donde se construye un viaducto para salvar un regato, los operarios trabajan también al otro lado del río, donde compaginan el desmonte de la ladera de la N-VI con labores de estructura. Con todo, hasta el momento no fue necesario cortar el tráfico en la zona, una medida que será inevitable en algún momento.

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